El FC Barcelona vive una transición generacional marcada por una juventud que refleja en su juego a leyendas culés
En medio de la tempestad blaugrana, existe un oasis que puede significar el futuro de una entidad que se resiste a dejar atrás su pasado. Durante muchos años parecía que la generación de los Messi, Busquets, Piqué o Jordi Alba, entre otros, sería eterna en Can Barça.
Actualmente en sus horas más bajas, la clase de Guardiola fue prodigiosa e irrepetible, pero el tiempo no perdona a nadie.
Hoy apenas quedan supervivientes de esa época. Los que una vez tocaron con los dedos el cielo, hoy comienzan a pasar el testigo. Los De Jong, Ansu Fati, Pedri o Riqui Puig tienen la esperanza del aficionado culé en un puño, que sueñan con volver a ver su equipo alzarse en el firmamento balompédico.
Las comparaciones pueden llegar a ser odiosas, pero es inevitable ver ciertos jugadores jóvenes coger el rol o el tipo de juego de diversas leyendas barcelonistas. Salvando las distancias, estas son las promesas que su “hoy” promete un “mañana” no muy distinto de algunos mitos culés.
Dest y Dani Alves
Aún es demasiado pronto para poder entablar una relación entre ambos jugadores, pero el perfil futbolístico que comparten hace inevitable una comparación. Sergiño Dest (Países Bajos, 2000) y el brasileño destacan por su vocación ofensiva y espectacular; de aquella que hace olvidar al espectador que realmente son laterales y no extremos.
Ambos gozan de un regate y una capacidad excelente de cruzar el balón, a parte de un ritmo portentoso. La única pregunta en el aire reside en cuál será su nueva sociedad en el equipo. La de Alves fue Messi…
Con muchísimo por demostrar, Dest deberá hacer ver que su verticalidad suma más que resta. Con el objetivo de encandilar al Camp Nou y adueñarse de la banda derecha culé, deberá de tomar apuntes de un Dani Alves que lo consiguió hace más de una década.
Pedri y Riqui Puig: Andrés Iniesta
Ambos menudos, delgados y ágiles; tienen la marca de jugón de nacimiento y una cabeza hecha para entender el fútbol. Estas son las características principales de Pedri (España, 2002) y Riqui Puig (España, 1999), pero también podrían ser las de Andrés Iniesta, leyenda absoluta del Barça y el fútbol mundial.
Cuando ambos salen al verde el partido toma otro color. El vértigo se apodera del rival y solo puede observar un dinamismo propio de un bailarín. Destacan en su buen regate y gran capacidad de leer los partidos, factores también muy propios del de Fuentealbilla.
Mientras Pedri ha explotado con Koeman jugando muchos minutos y acumulando titularidades, Riqui Puig aún espera pacientemente una oportunidad. El canterano cuenta con un talento “ADN Barça” en claro peligro de extinción y eso se valora en la entidad y entre la afición. Se ha negado a salir cedido y persiste en su afán de encontrar regularidad en el primer equipo.
Una efeméride curiosa a la par que inspiradora es que Andrés Iniesta tampoco tuvo un inicio fácil en Can Barça. Veremos.
Trincao y Figo
20 años después, el rencor hacia Luis Figo sigue intacto. Desde la afición culé no se le perdona su fichaje por el Real Madrid, eterno rival, que abrió la etapa de los galácticos en Chamartín y una herida en el imaginario azulgrana que a día de hoy aún supura.
Pese todo lo ocurrido, es incontestable que en sus 5 años como jugador el luso tuvo un rendimiento impresionante. Sus cabalgadas por la banda derecha del templo blaugrana le valieron un Balón de Oro el año 2000, el mismo de su departura.
Por la misma banda y fichado inesperadamente este febrero, Francisco Trincao (Portugal, 1999) se presenta al mundo. Pese que la nacionalidad y la posición ayudan a comparaciones fáciles, comparten atributos más allá de las apariencias. Tienen en común la tendencia a meterse en interior, un regate eléctrico y una zurda que prefiere asistir a golear.
Los comienzos también tienen puntos similares: llegaron desde portugal sin hacer demasiado ruido, pero en el caso de Figo acabó ganándose el corazón del blaugrana. ¿Podrá Trincao seguir sus pasos?
En su presentación, Trincao ya fue preguntado por Luis Figo y el luso lo tiene claro: Quiere escribir su propia historia. Veremos si el prometedor rendimiento que ofreció en Portugal vale para olvidar al exculé y exmadridista, pero ahora por ahora, Trincao deberá demostrar por qué debe ser el amo de la banda derecha culé.
De Jong: ¿Xavi o Busquets?
Esta será la primera y última vez en este artículo que por la calidad de un jugador se dude entre el símil de dos leyendas del Barça. Imagínense del nivel que tratamos. El nombre del afortunado es Frenkie de Jong (Holanda, 1997) y no parece que esté por la labor de decantarse por una u otra banda.
Del de Terrassa el holandés comparte la precisión en la entrega, el famoso “giro in situ” para zafarse de cualquier oponente y una capacidad de puro espectáculo a la hora de distribuir y crear juego.
En cambio, del de Badia del Vallés, con quien comparte actualmente centro del campo, adquiere atributos de primera mano. Su vocación de pivote, superdotación en el corte y la creación desde la defensa, como también un sentido táctico muy desarrollado y una compostura férrea, lo hacen un jugador completísimo que hace recordar al mejor Busi.
No es exagerado decir que todas las pelotas del Barça pasarán por sus pies los próximos 10 años. Seguramente sea el jugador central de esta nueva generación, quien coja el testigo de la llave en la sala de máquinas blaugrana.
El propio Xavi ha desmarcado recientemente en una entrevista su figura con la de De Jong. Frenkie es Frenkie y eso el aficionado culé lo disfrutará muchos años. Es el nuevo cerebro del Barça.
Ansu Fati y Messi
La última comparación es la más difícil, la que más pesa y que abre el tarro de las esencias: Ansu Fati (Guinea Bissau, 2002) tiene su espejo en el ya inefable Leo Messi.
En un mismo contexto de edad, ambos tienen común unas cuantas cosas: líderes en su generación, marca de la cantera, la ilusión que despierta en la afición… y una precocidad que impresionó por parte de Messi y que ahora asusta por parte de Fati.
Desde que aterrizó al primer equipo, de manera inesperada -las lesiones le abrieron las puertas- el joven crack ha ido batiendo récords prematuramente que han empezado a deslumbrar en el planeta fútbol. Ver al goleador más joven en Champions, Barça y Selección no se vive todos los días.
La brillantez a la hora de encarar o definir de manera irreverente y clínica anejan a Fati y el Messi más primigenio, que desbordaba vertiginosamente por pegado a la línea de cal a finales de la primera década de este siglo. De carácter introvertido pero rápido crecimiento, Messi explotó con la llegada de Guardiola, tal como ha hecho Ansu con Koeman.
A sus 18 años, Fati se ha asentado como titular en los onces del técnico holandés, algo inédito en un canterano de su edad desde que el propio Leo Messi lo hiciera de la mano de Rijkaard.
Mantener el actual ritmo goleador se aventura casi imposible, pero lo que ya es innegable es que Ansu ya hecho historia con su precocidad. El revólver de Guinea Bissau ya ha empezado a disparar, y no parece que se le vayan a acabar las balas próximamente.
Solo el futuro deparará hasta donde le puede llevar su talento, pero algo ha comenzado a germinar y remite a las legendarias raíces de un argentino menudo, tímido y con todo el futuro por delante. Todo por decidir y ver.