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Al segundo palo: la actitud no es un salvoconducto eterno

Otro tropiezo del Real Madrid, al que ya no le vale salir al campo con ganas, siendo la actitud y la intensad el talón de Aquiles tantas veces para los de Zidane, y siendo ahora un problema más en la ecuación madridista

Las rotaciones fuera de lugar y las oportunidades perdidas, protagonistas

Volvió Zinedine Zidane a darle una oportunidad a Marco Asensio y Marcelo, jugadores que no pasan por el momento más brillantes de su carrera, aunque a nivel personal veo más alarmante el bajón cuesta abajo y sin frenos del balear, el cual no ha vuelto a ser el mismo tras su grave lesión de cruzados hace ya más de un año. Del brasileño, uno de los mejores laterales izquierdo del mundo de la década, los años no han pasado en vano y la sensación de falta de fondo y de pérdida del rumbo futbolístico agudizan un problema estructural en la zaga del Madrid.

El centro del campo del Madrid, desequilibrado y desbordado

Ayer la acumulación de hombres de Pablo Machín dilapidó la circulación de un Real Madrid que confío a la suerte de las jugadas a balón parado y de las genialidades individuales un asedio sin concreción al arco defendido por Pacheco, con un Alavés que repitió un guión similar al que hizo con el Barça y aplicando un cerrojo que solo un disparo lejano o un despiste propio podían romper.

La lesión de Hazard, la novena en el periplo del belga en las filas del Real Madrid dio paso un Rodrygo que cambió el panorama del partido hasta que Courtouis dinamitó el buen juego madridista con un error impropio de un cancerbero de su edad.

Mariano, garra sin premio

Otra vez destacado en la demarcación de ataque, Mariano lo intentó todo por todos los perfiles y demostró tener la garra que a Jovic tanto le ha faltado, aunque no hubo acierto alguno para el 24 madridista, en otro alarde de combatividad vacía que solo podría haberse roto en un pase no dado de Kroos.

El Real Madrid es intenso y compacto, pero eso no es suficiente en un fútbol tan preparado y profesionalizado en que, la falta de concreción y de buen juego son un cóctel mortal para cualquier equipo.

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