Los canteranos serán los encargados, más pronto que tarde, de formar pareja en el eje de la zaga debido a las lesiones en defensa
Para comenzar, ¿cómo podemos estar hablando de si dos centrales, Araujo y Mingueza, que el curso pasado jugaban en el filial, pueden ser titulares en el primer equipo? La dirección deportiva del FC Barcelona ha hecho una mala, terrible, nefasta gestión en el apartado de los fichajes. Un equipo que juega al cabo de la temporada alrededor de 60 encuentros, entre Liga, Copa de S.M. El Rey y UEFA Champions League, no puede caer en el error de tener solamente cuatro centrales.
Por una parte, las lesiones en el inicio de temporada en el elenco azulgrana están propiciando que los menos habituales y los jugadores del filial vayan cogiendo experiencia y minutos. Pero por la otra parte, el conjunto está corriendo riesgos ya que, pese a ser una de las mejores canteras del mundo, son jóvenes inexpertos en el fútbol de élite, al máximo nivel. Los errores de juventud, y más en esta demarcación, se pueden convertir en goles en contra.
Ronald Araujo: seguridad y potencia a partes iguales
La primera parte de esta hipotética dupla de centrales es Ronald Araujo. El joven zaguero llegó al filial de la entidad culé en verano de 2018, procedente de Boston River uruguayo por la cantidad de 1,7 millones de euros en concepto de traspaso. El central, de 21 años, domina el juego aéreo y tiene gran habilidad con ambas piernas. Su notable estatura, 1,91 m, se traduce en frecuentes incorporaciones al área para rematar en las jugadas a balón parado.
El defensa internacional con Uruguay demostró durante toda la campaña 19/20 que el nivel de la Segunda B se le quedaba corto. Fue el central del filial que más minutos disputó. Pese a ser una pieza clave en los XI de García Pimienta, un error suyo propició el gol de la victoria del CE Sabadell en la final del Play-off de ascenso a LaLiga SmartBank. Hasta el mejor escribano echa siempre un borrón. No obstante, el fallo no impidió que, por necesidad o por rendimiento, sea el cuarto central de la primera plantilla esta temporada.
Óscar Mingueza: el sentimiento de club personificado
El otro integrante de la pareja en el centro de la defensa es Óscar Mingueza. El jugador, de Santa Perpètua de la Mogoda (Barcelona), lleva defendiendo el escudo del FC Barcelona desde prebenjamín. Es sobradamente conocedor y consciente del estilo de juego del club. Si Araujo es la potencia, el liderazgo y el poderío físico, Óscar es la elegancia, la salida de balón y el juego de toque desde atrás.
El perpetuense de 21 años transmite tranquilidad a sus compañeros por su gran capacidad defensiva. En todos estos años en el club azulgrana, el mayor éxito de Mingueza fue levantar la UEFA Youth League, como capitán, en la temporada 17/18. En ese equipo campeón se encontraban Riqui Puig, Carles Pérez, Iñaki Peña y Abel Ruiz, entre otros. La pasada campaña en el filial blaugrana jugó 1226 minutos y fue titular en 13 partidos. Fue el central de rotación para García Pimienta.
Para finalizar este apartado, volvamos a la actualidad. El defensor debutó en Kiev en la UEFA Champions League, partido en el que destacó, siendo el jugador que más balones recuperó (10). El técnico Ronald Koeman lo alineó para el siguiente encuentro, esta vez en LaLiga Santander, en el Camp Nou contra el CA Osasuna. En la rueda de prensa post-partido, el míster afirmó: “en general ha hecho muy buen partido, pero ha perdido dos balones peligrosos que no puede ser. Un mal control de balón puede ser una ocasión clara. Aún tiene que aprender y mejorar”.
Araujo- Mingueza: el futuro en el centro de la zaga
En conclusión, la situación es propicia para que los jóvenes de la cantera vayan tirando la puerta abajo, siempre y cuando haya puertas y tengan un respaldo en los más experimentados del equipo. Un club tan grande como el FC Barcelona no puede tener tantas carencias en la plantilla.
La dupla Araujo- Mingueza podría ser un experimento por necesidad, pero ahora mismo no están preparados para jugar en la élite como titulares, tiempo al tiempo. Son grandes zagueros sin experiencia, al principio cometerán fallos lógicamente, pero si juegan muchos partidos juntos, pueden acabar marcando una época en eje de la defensa.
