Cristiano Ronaldo y Leo Messi se vuelven a enfrentar en su momento más “humano”, con sabor a última vez entre ambos
Esta noche Barça y la Juventus se enfrentan para cerrar su participación en el grupo G de la Champions League. Ambos tienen su participación asegurada para octavos y jugarán en un Camp Nou vacío y frío.
Pese la tangible normalidad que podría albergar cualquier partidazo en estos tiempos, la trascendencia de este encuentro va más allá de cualquier puntuación o clasificación.
Leo Messi y Cristiano Ronaldo, los dos grandes titanes del fútbol contemporáneo, volverán a medirse cara a cara. Pese que sus choques eran antaño pura liturgia futbolística, hoy es añorado y esperado a partes iguales. Este encuentro se antoja especial más allá de cualquier otro; podría ser el último ejercicio conjunto de dos monstruos del balón.
Temporada con sabor crepuscular…
Messi tiene 33 años, y Cristiano, 35. En muchos futbolistas estos dígitos son sinónimo de decadencia, baja forma o directamente la retirada. En el caso de los mencionados, “solo” el comienzo de su humanización.
Tras muchísimos años en un estado inalcanzable, empiezan a saborear la terrenalidad. La edad, un planeta fútbol huérfano de aficionados en estadios (que dan la vida) y la portentosa aparición de las nuevas generaciones han sido condicionantes suficientes para descolocar al argentino y el portugués como reyes absolutos del fútbol.
Según Transfermarkt , esta temporada 20-21 los dos astros han experimentado una bajada notable en su incidencia directa en el equipo. Cristiano suma poco más de la mitad de minutos totales jugados y su participación de gol cae hasta un 33%, mientras Messi “solo” ha conseguido aparecer en el 30% de los goles del Barça.
Números espectaculares para cualquier futbolista, pero muy “humanos” para dos extraterrestres que han tenido el mundo en sus manos.
…pero aderezado de buenos números
A pesar de estos hechos, podría decirse que se aferran al pie del cañón. Ambos siguen siendo indiscutibles en Barça y Juventus respectivamente como iconos deportivos y publicitarios, y sus números en el verde son más que buenos.
10 goles y una 1 asistencia en 9 partidos forman el saldo del luso, mientras que “D10S” suma 7 goles y 4 asistencias en un total de 13 partidos.
Aunque Cristiano Ronaldo sigue una muy buena línea estadística (aunque aquejado hace no mucho de COVID), Leo Messi no puede decir lo mismo. Ha acusado mucho un verano de 2020 convulso, que ha hecho temblar los cimientos del Camp Nou y el planeta fútbol.
Su intento frustrado de irse del club de su vida, sumado a un profundo cambio generacional esta temporada y un calendario apretadísimo han creado una “tormenta perfecta” para que el argentino no esté mostrando su mejor cara.
De esos 7 goles marcados solo 2 han sido de jugada y 5 de penalti, mientras que su juego se halla espeso y poco dinámico. A pesar de ello, sigue siendo el más determinante en todas las áreas de LaLiga, y un jugador diferencial en la lectura del juego culé. ¿Podrá recuperar su nivel habitual?
Cara a Cara: cifras escandalosas
Durante prácticamente 15 años, Messi y Cristiano han podido tocar el cielo con sus manos y destrozar cualquier tipo de récord. En esos tres lustros han llegado a meter un total de 1289 goles y 464 asistencias, ganado 11 Balones de Oro y entorcharse hasta 9 Champions League. Casi nada.
En todos estos años, La Pulga y El Bicho se han enfrentado en un total de 35 veces (36 esta noche). Los números del cara a cara son espectaculares: en esos partidos, Cristiano ha metido 19 goles y repartido 1 asistencia, mientras que Messi suma hasta 22 tantos y las 12 asistencias.
Todo ello producidos en duelos del Barça contra el Manchester United (3), Real Madrid (30), Selecciones (2) y ahora, la Juve.
Todos estos números no podrían resumir la grandeza de estos dos depredadores en peligro de extinción, y que hoy cruzarán miradas en un mismo campo por (pen)última vez. Una última cruzada que unirá al mundo delante de un mismo partido y que, seguramente, justificará una vez más eso de que “el fútbol es el deporte rey”.
O de dos reyes, en este caso.