Pocos cambios en la plantilla de unos Chicago Bulls que depende de la mejoría de sus jugadores para tener opciones de clasificarse al play-in
Los Chicago Bulls llevan varias temporadas en una continua reconstrucción. Desde la lesión de Derrick Rose en la temporada 10/11 no han sido capaces de volver a confeccionar una plantilla ganadora. Rose no volvió a ser el mismo, y el proyecto con Butler como jugador franquicia, tampoco llegó a tener el éxito que se esperaba.
Además los últimos 5 años han sido especialmente malos con solo una breve aparición en play-off. Con la marcha de Butler en el verano de 2017, el equipo de Illinois reconstruyó la plantilla con 3 jugadores jóvenes y de talento como Zach LaVine, Lauri Markkanen y Kris Dunn.
Sin embargo, han pasado ya tres años y el equipo no ha llegado a explotar. La temporada pasada el equipo tuvo una leve mejoría, que no fue suficiente. Con 22 victorias en 65 partidos estuvieron lejos de las 33 victorias que marcaban el octavo puesto de play-off. Mejor porcentaje de victorias que los dos años atrás, pero que aun así no dejaba satisfecho a nadie del equipo ni de la afición.
Análisis de la plantilla
No ha sido un verano muy movido en cuanto a jugadores en los Bulls. Sin embargo, la llegada en abril de Karnizovas como vicepresidente y con el actual entrenador Donovan, las cosas podrían cambiar en Chicago. En cuanto a los fichajes, como ya hemos dicho, tan solo 3 bajas y 5 altas que varían poco la estructura de la plantilla. Kris Dunn después de no haber destacado como se esperaba, hizo las maletas rumbo a Atlanta, siendo la baja mas destacada. En el apartado de altas, destaca el numero 4 del draft, el alero Patrick Williams. Junto con el llegan reforzando la segunda línea, Devon Dotson, Zach Norvell Jr Noah Vanleh y el veterano Garret Temple.
La temporada pasada Satoransky fue el mas utilizado en la posición de base, pero su falta de anotación podría provocar que el nuevo entrenador, apostase por Coby White. En la rotación les acompañarán Ryan Arcidiacono y Shaquille Harrison, en una posición que dependerá de la progresión de White en su segundo año en la élite.
Sin tener un suplente natural el año pasado para LaVine, Garrett Temple llega como jugador de garantías para la rotación en la posición de escolta. Para completar la posición estarán Denzel Valentine, Max Strus y el llegado de la agencia libre, Zach Norvell que al igual que el año pasado, no se espera que tengan mucho protagonismo.
A la fiabilidad de Otto Porter Jr, habrá que sumarle la juventud del pick 4 del draft Patrick Williams. Este peleará con Chandler Hutchison por ser el alero suplente. De ala pívot esta la que podríamos decir que es la otra estrella del equipo Lauri Markkanen. Para contrarrestar su juventud llega Thaddeus Young que le puede dar ese punto de liderazgo que necesita un equipo tan joven. La rotación la cierran Luke Hornet, Daniel Gafford y Noah Vonleh.
Por último llegamos a la posición de pívot, que es posiblemente la posición que mas dudas deja. Siendo Wendell Carter Jr. el único jugador con alta capacidad de defender y anotar, Cristiano Felicio y Luke Kornet cierran la rotación que no varía respecto a la temporada pasada.
Se espera mas de LaVine
Desde que llegase en 2017 a Chicago, ha sido la estrella del conjunto de Illinois. Una estrella, que sin embargo, no ha llegado a despuntar y no ha llegado a cubrir las expectativas que había puestas en el. Tres temporadas, que a pesar de ser el mejor del equipo, no ha logrado llevar a la franquicia a grandes números.
La temporada pasada, en la que consiguieron 22 victorias como ya hemos mencionado LaVine fue líder del equipo con 25,5 puntos por partido, y su apartado asistente no fue malo del todo con 4,2 asistencias por partido. Unas estadísticas que mejores que otros años, que a pesar de buenas no fueron espectaculares, y que rodeado de un equipo falto de calidad, no fue una buena temporada.
Para esta temporada, el jugador se ha mostrado mas optimista. A pesar de no haber grandes cambios en la plantilla, ha agradecido el cambio en la directiva del club. En los últimos días además, se ha mostrado muy confiado en lo que hace el entrenador, y en el trato que tiene este con los jugadores: “He podido hablar mucho con él y conocer cuál es nuestro plan. Ahora, obviamente, no soy nadie para decirle cómo hacer su trabajo pero me ha dado mucha confianza porque me pregunta dónde me gusta jugar y qué jugadas prefiero hacer. Tiene la autoridad para situarte en el lugar indicado para tener éxito. Estoy muy ilusionado. Queremos salir ahí fuera y competir por él.”
Quinteto inicial
Con la llegada al banquillo de Donovan, Coby White podría tener un rol de titular por delante de Satoransky. Su buen catch & shoot o también su capacidad de meter tras bote, la complementa con buenas penetraciones que le suelen dar muchos puntos a lo largo del partido.
Al base le acompañará indudablemente, Zach Lavine en la posición de escolta. Aunque ha mejorado en el aspecto ofensivo estos años, como líder del equipo que debería ser, su juego de creación escasea a menudo y debe dar una paso adelante en tal faceta. Además aunque defender no es su rol principal, debería tener una mejoría también en este aspecto.
Siguiendo con el quinteto, tenemos al que fuera un proyecto de futura estrella, pero que se quedo en eso, en un proyecto. El alero Otto Porter Jr, se esperaba que tuviese gran importancia en la NBA gracias a su talento y envergadura, pero nunca ha sabido demostrarlo. Sin embargo, dadas las cualidades explicadas, podría mejorar y dar el salto a un gran jugador, y demostrar a Chicago que deben confiar de verdad en el.
Lauri Markkanen ocupará el puesto de ala-pívot. El otro gran jugador de la franquicia, deberá demostrar su potencial ofensivo. Aunque en defensa demuestra carencias, si mejora en ese aspecto y vuelve a los porcentajes de su primer año, podría ser un jugador muy importante para los Bulls.
Por último tenemos en la pintura a Wendell Carter Jr. Un jugador que de momento no ha sido constante pero que todavía se espera de el. Con capacidad de anotar a media distancia se podría convertir en un pívot triplista.
Temporada para construir una base
Como ya hemos dicho antes, el equipo en cuanto jugadores ha cambiado poco. Si que es verdad, que la estructura interna ha cambiado bastante, debido a los problemas que hubo el año pasado. Donovan es un buen entrenador, y que sobre todo se maneja bien trabajando con los jóvenes.
Por ello para ver el alcance de la temporada, habrá que ver como se compenetran técnico y jugadores. Además, será interesante ver la evolución de la plantilla, que podría hacer un muy buen año, o quedarse estancados la mayoría de ellos. Podríamos ver una recuperación de juego de Markkanen, un gran Patrick Williams, o un buen liderazgo de LaVine.
Por lo tanto parece que los Chicago Bulls tendrán difícil luchar por algo mas que el año pasado. Una temporada en la que estuvieron lejos del play-off. Esta temporada, si todo fuera rodado, y hubiera buena conexión como hemos mencionado, su temporada podría ser mejor, y quizá luchar por el play-in. En caso de no funcionar y ser un desastre, la temporada podría ser similar a la anterior.
Michael Jordan el gran icono y estrella de Chicago
Chicago Bulls fue fundado en 1966 en Chicago participando ese mismo año en su primera temporada. Ese mismo año se clasificaron para los play-off, pero la década de los 70 no sería la mejor para el equipo de Illinois. La siguiente década tampoco fue la mejor. Una sola clasificación para las rondas finales en 7 años, y la pérdida de Magic Jonhson a manos de los Lakers en el draft de la NBA de 1979 marcaron unos años aciagos.
Sin embargo esto cambió a partir de 1984. Aquel año, los Bulls se llevaron a uno de los jugadores que marcaría una época en la NBA, Michael Jordan. En su primera temporada, cuarto en robos y tercero en anotación, estableció un récord para novatos con 49 puntos. Esas actuaciones, llevaron al equipo de vuelta a los play-offs desde 1981, aunque perdieron en primera ronda.
En 1987, acompañaron a Jordan en Chicago de grandes jugadores, consiguiendo en el draft al alero Scottie Pippen. Dos jugadores que sin duda dejaron huella en la NBA siendo uno de los mejores dúos de la historia. Con Jordan como líder, los Bulls durante la década de los ‘90 consiguieron romper muchas marcas en la NBA como el mejor récord en la historia de la liga, mejor récord en partidos de visita, mayor racha invicta de local, mejor inicio de temporada y seis campeonatos de la NBA en 8 años.
Tras este amplío éxito de la franquicia de Illinois, nunca se ha acercado a lo que eran. Cómo ya hemos mencionado antes, en 2009 tras hacerse con la primera elección del draft y escoger a Derrick Rose, intentaron volver a ser lo que fueron en la década de los 90. Pero una grave lesión, trunco a Derrick Rose y el equipo se volvió a quedar a cuadros. En los últimos años, tras un intento de confeccionar una plantilla ganadora con Butler, a base de jugadores jóvenes, están buscando volver a hacerse hueco entre los grandes de la competición.
