El deriotarra se juega el puesto en Mestalla en un partido crucial para los rojiblancos
Como ya paso frente al Real Betis Balompié hace escasas semanas, el entrenador vizcaíno Gaizka Garitano se juega su continuidad al frente del banquillo rojiblanco. El ex del Eibar y Deportivo de la Coruña entre otros ha sido hombre de portada en las últimas semanas en Bilbao. Su continuidad está continuamente en entredicho por los aficionados zurigorris y la propia directiva del club. Con 45 años y tras una larga carrera futbolística, Gaizka quiere agarrarse a la mejor oportunidad que ha tenido como entrenador. Sueña con comandar la Gabarra y no quiere desprenderse del sueño de traer un nuevo título a Bilbao. El mal juego del equipo y la falta de regularidad le han llevado a una situación extrema.
El sábado día 12 de diciembre a las 14:00 del mediodía, el técnico vasco comenzará la que es para él una final anticipada. De no puntuar en el siempre complicado estadio de Mestalla, Gaizka hará las maletas y dejará paso a un nuevo proyecto. Con la mirada puesta en el conjunto che, el siempre competitivo Raúl García parte como principal candidato para suplir a Villalibre en punta de ataque. Garitano, sin un esquema o plan de juego fijo, deberá tirar de imaginación y hacer las cosas muy bien para salvar este nuevo ‘matchball’. Si su plan falla, el club ha prometido tener a un candidato como sustituto del técnico de Derio, Marcelino García Toral.
Trayectoria de Garitano en Bilbao
Gaizka subió del Bilbao Athletic al primer equipo en la jornada 15 del campeonato liguero 18/19, tras la destitución de Eduardo ‘El Toto’ Berizzo. Con un juego vertical, un Athletic ordenado y regular y un Iker Muniain en estado de gracia, los leones escalaron puestos en la clasificación a una velocidad vertiginosa. En poco más de 3 meses, los fantasmas del primer descenso de la historia del club desaparecieron permanentemente. Ordenados y fiables atrás, verticales y efectivos arriba, el Athletic había recuperado su esencia. Con Williams como principal artillero con 13 dianas en Liga, el Athletic se quedó fuera de la Europa League por el gol-average perdido frente al Espanyol. De todas formas, la imagen mostrada fue muy buena y garantizó la continuidad de Garitano al frente del equipo.
La temporada 19/20 fue completamente distinta. Una pandemia mundial, la retirada de la leyenda Aduriz y una nueva final de copa se vieron empañadas por el mal cierre de temporada. Tras un inicio fulgurante y continuar vivos en copa, el Athletic no consiguió vencer durante 10 jornadas consecutivas entre enero y marzo. Con la crisis liguera y los puestos europeos cada vez más alejados, el Athletic tiró de orgullo y se cargó a Barcelona y Granada para acceder a una nueva final. Con el sueño de alzar por vigesimoquinta vez la copa, la pandemia cortó el mejor momento de la temporada de los vizcaínos. Garitano, que había dado con la tecla con el mediocampo formado por Dani García y Unai López, se vio superado por la situación. Los leones notaron la ausencia de su afición y cerraron el retorno a la liga con tres derrotas consecutivas en el nuevo San Mamés. Tercer año consecutivo a las puertas de competición europea, pero con la bala de la Copa en la recámara.
2020-2021 y más de los mismo
El Athletic ha comenzado una temporada más plagado de dudas, incertidumbres e irregularidades. El equipo cuaja grandes partidos encadenados con derrotas ante equipos más débiles de la manera más infantil posible. Errores defensivos impropios en un equipo de Gaizka Garitano, poca puntería y falta de creatividad en la medular son los problemas más graves de los leones. Con 13 puntos en 11 jornadas, el Athletic se encuentra en tierra de nadie. 3 puntos le separan del sexto clasificado pero con la mirilla en el descenso, que está a tan solo 2 puntos. Con una semifinal de Supercopa emocionante a inicios de 2021, la final de la famosa Copa frente a la Real Sociedad fijada el 4 de abril, y los canteranos llamando a la puerta…
Un cambio de ciclo se prevé necesario. La parroquia bilbaína no es consciente de que Garitano no ha sido un villano ni mucho menos, y ha dado al club muchísimos recuerdos imborrables. La carrera de Williams frente al Sevilla, la chilena de Aduriz, las clasificaciones in-extremis en Copa Del Rey… Es cierto que el club necesita un cambio de rumbo, y el característico 4-4-2 de Marcelino puede exprimir a una plantilla que está cerca de conseguir un doblete histórico; pero no podemos olvidarnos del buen hacer de Gaizka estas últimas temporadas. Salvo al club del descenso, lo metió en una nueva final con la innegable ayuda de sus jugadores y deja al equipo mejor de lo que estaba.
¿El final?
Puede que Marcelino sea el elegido para revertir la situación, para revalidarse como campeón de copa y llevar a los del ‘botxo’ de nuevo a competiciones europeas. Es probable que el momento de Gaizka ya haya pasado y deba dar un paso al lado; pero no sin antes reconocer el trabajo que ha realizado como técnico del Athletic Club. Profesional innegable y competitivo hasta el último día, el Valencia deberá cuajar un gran partido si pretende doblegar al equipo de Garitano.
Porque aunque la mejor opción sea la llegada de Marcelino, la destitución de Gaizka no debería depender de un único partido. La destitución de Gaizka debería ser fruto de la mala dinámica del equipo en las últimas fechas y de las malas sensaciones generadas en Bilbao. El Athletic saldrá a competir a Mestalla, y lo hará como siempre lo ha hecho, con pundonor, casta y coraje. Y el Athletic cabalgará la ría de Bilbao cueste lo que cueste, con Gaizka, Marcelino o el que tenga que llegar. Porque el equipo zurigorri se caracteriza por crecerse ante las adversidades. Y son muchas las que acechan el cuello de Gaizka Garitano a día de hoy.
