Uno de los años más extraños para todos, también lo ha sido para el Numancia, que ha pasado del cielo al infierno en apenas un año
El 2019 finalizaba de una manera muy positiva para el club numantino. El conjunto dirigido en aquel entonces por Luis Carrión se encontraba en puestos de play off después de haber dado un recital venciendo al líder de segunda, el Cádiz, en su estadio.
Pero todo ello pareció ser solo un espejismo. Las cosas se comenzaron a torcer por tierras sorianas. Una mala planificación deportiva condenó al conjunto rojillo a perder puntos de una manera muy habitual, hasta tal punto que, antes del parón por el confinamiento se encontraban pocos puntos por encima del descenso.
El confinamiento no arregló las cosas, el club de la ciudad del Duero continuó con su racha negativa. Durante las últimas jornadas cayó a puestos de descenso, pero el club numantino no se rindió y llegó con posibilidades hasta la última jornada. Finalmente, la hazaña no se llevó a cabo, y el combinado soriano volvió, más de 20 años después, a la categoría de bronce del fútbol español.
Pocas esperanzas habían puestas en el conjunto rojillo, ya que casi la totalidad de la plantilla abandonó el equipo con carta de libertad. Después de uno de los mercados de fichajes más ajetreados de la historia del Numancia, la afición se volvió a ilusionar y tras un buen comienzo del conjunto dirigido por Manix Mandiola, la irregularidad está definiendo los últimos partidos del equipo.
El año del CD Numancia es la perfecta definición de pasar de lo claro a lo oscuro en apenas unos meses. Ya se están hablando de movimientos en el próximo mercado invernal, pero lo que realmente la afición soriana desea es volver a ver al equipo jugando en el fútbol profesional.
