El contrato de ambos canteranos del conjunto azulgrana finaliza en junio de 2021 y por el momento, aún se desconoce sus planes de futuro
La Masia vuelve a tener un gran papel en la ciudad condal y a falta de capital, los jóvenes salen al rescate. Nombres como Mingueza, Araujo, Riqui Puig y entre otros, ya se consolidan en las convocatorias de Ronald Koeman.
No obstante, tras la destitución de Josep Maria Bartomeu se ha pasado por alto la vigencia de los contratos de algunos de estos canteranos. Y es que, Riqui Puig y Mingueza, a partir del 1 de enero, dispondrán con la opción de poder negociar un hipotético traspaso con cualquier club.
La junta gestora no tiene el permiso de firmar una nueva negociación de contrato y en vísperas de las nuevas elecciones, el futuro de dichos futbolistas tambalea. Una vez concluidas las candidaturas el 24 de enero de 2021, la continuidad de Riqui y Mingueza dependerá del nuevo presidente y de ellos dos.
Enero, clave para resolver dudas
La incertidumbre se genera una vez arranque el mes de enero, debido a que los jugadores son libres de escuchar nuevas propuestas e incluso, firmar acuerdos antes de que el nuevo mandatario del FC Barcelona pueda proponer una oferta de renovación. Sin embargo, la llegada del nuevo presidente no garantiza la continuidad de estos, ya que quizás no entran en sus planes.
Por el momento, Ronald Koeman cuenta con los dos, aunque más con Mingueza que con Riqui. La llegada de Mingueza surgió por la prolongada ausencia de Gerard Piqué y la recuperación de Samuel Umtiti. A día de hoy se ha establecido en el once titular como un fijo en la zaga y desde el primer momento se ha mostrado con confianza en sus movimientos.
El técnico holandés ha tenido ciertos desentendimientos con Riqui, hasta llegar al punto de cargar duramente contra él, acusándolo de “filtrador” y dejándolo sin apenas minutos en el terreno de juego. A pesar de ello, las oportunidades de las que ha gozado Riqui, ha sabido aprovecharlas y brillar por encima de los demás.
La imagen del mediocampista de Matadepera se ha visto trastocada en las últimas semanas, además de generar conflicto entre los aficionados y el mismo vestuario culé.