El gaditano Suso empieza a demostrar la calidad que tiene mediante goles decisivos y un juego muy vertical
El tan cuestionado Suso cuando llegó al Sevilla FC el pasado mercado invernal empieza a coger galones y velocidad de crucero aportando mucha verticalidad arriba. Lleva 2 goles en los últimos 3 partidos jugados. Cifras que avalan su importancia en el once de gala de Julen Lopetegui.
Desde que regresó de la lesión ha aportado mucha velocidad y desparpajo de 3/4 de campo para arriba, con pases infiltrados por las defensas rivales y centros desde la banda creando mucho peligro. Por ende es un fijo para el técnico vasco y poco a pongo se va asentando como uno de los fundamentales arriba.
La presencia en el campo de Suso se hace notar por la facilidad que tiene para bajar en la creación de juego y ayudar al equipo a circular el esférico en el mediocentro. Gracias a él y a su gran golpeo de balón, los andaluces disponen de nuevas formas de crear peligro, disparos desde fuera del área, véase su gol ante el Valencia. Si sigue así va a ser un jugador muy determinante en la parcela ofensiva de los hispalenses.
Las lesiones, su quebradero de cabeza
Todavía el propio jugador insiste que no está al 100% de su estado físico, puesto que viene de arrastrar problemas musculares que le privaron su vuelta en el principio de temporada. La última lesión le frenó en seco su gran papel en la fase final de la Europa League, donde fue titular en la mayoría de los partidos siendo determinante con goles y asistencias.
En total ha tenido 23 lesiones en tan solo 8 años, Cifras que muestran su mala suerte y que indican como han frenado su trayectoria y que por alguna razón no haya sido convocado con la absoluta de España, su gran sueño.
Su objetivo con el Sevilla
Hace unos meses Suso hacía estas declaraciones acerca de su estancia en el club andaluz; «Lo mejor está por venir» y que, logrado el objetivo de entrar en Champions, «a partir de ahora vienen las cosas bonitas» en una competición que «va a ser una Europa League diferente», ya que «hubiese sido mucho mejor jugar los dos partidos, el de casa con la afición y evidentemente todos los que vendrían después».