Pocas buenas noticias ha tenido el Valencia a lo largo de la temporada, pero, Uros Racic, sin duda, es una de ellas y con motivos
El pasado verano terminaba su periodo de cesión en el Famalicao portugués. Una aventura que le vino de perlas al jugador serbio Uros Racic. Y que ha producido que su estancia en el Valencia sea inmediata. Pues, el club descartó volver a cederlo ante la falta de efectivos en la zona medular del equipo de Javi Gracia.
A Racic le costó entrar en la rotación blanquinegra. Al igual que ganarse la confianza del técnico del Valencia, Javi Gracia. De hecho, en los primeros partidos de la temporada alineó al canterano Vicente Esquerdo antes que al serbio. A pesar del pobre rendimiento que ofrecía el de Benidorm. Debido a que se desempeñaba en una posición a la que no estaba acostumbrado, el doble pivote.
El acompañante de Esquerdo era Kondogbia, un fijo y clave en el Valencia. Pero es que, además Carlos Soler se encontraba lesionado. Jugador que también estaba en la rotación por delante de Racic. Además de la opción de Daniel Wass que cedería el lateral diestro a Correia para jugar en el centro del campo.
Con la salida Kondogbia, se esperaba que fuese Racic quien ganase en importancia en el centro del campo. Pero siguió sin ser así. Pues entonces, Gracia puso a Wass en el centro del campo, alineando a Correia en el perfil diestro de la defensa. Tal y como se ha argumentado en el párrafo anterior. Hasta ese momento Racic no tenía mucho protagonismo. Tan solo algunos minutos residuales, pero poco reseñable. Incluyendo la titularidad frente al Huesca, partido que acabó en empate gracias a la fortuna.
Pero, ante una expulsión infantil de Correia frente al Getafe, llegó la oportunidad de Uros Racic. En el partido contra el Real Madrid, Javi Gracia se vio obligado a alinear a Wass en el lateral derecho. Lo que liberaba una plaza en la sala de máquinas. Por tanto, el serbio fue de la partida junto a Carlos Soler. El equipo ganó de forma muy holgada, teniendo Racic una gran importancia conteniendo las acometidas blancas.
Desde ese momento Racic se volvió indispensable en el eje de la medular. Se convertía en los pulmones del Valencia, corriendo sin parar y abarcando mucho campo. Realizando en trabajo sucio en defensa y animándose en ataque con disparos lejanos. Uno frente al Eibar, que tuvo que repeler Dmitrovic con un despeje de libro. Y otro frente al Athletic Club que terminó por estrellarse contra el palo.
Sin embargo, contra el Fútbol Club Barcelona sufrió una aparatosa caída. En una jugada en el área del equipo blaugrana se chocó contra una valla publicitaria. Lo que le produjo un corte en la pierna. Aunque pudo terminar el partido sin mayores problemas. No obstante, a raíz de esa caída, tuvo, durante unas semanas, unos fuertes cuadros de vértigos. Que le tuvieron que alejar de los terrenos de juego durante tres semanas.
Su ausencia se hizo notar. Pues Javi Gracia se vio obligado a cambiar el sistema de juego del equipo. Pasando a una defensa de tres centrales, con tal de hacer fuerte el centro del campo. Un experimento que no acabó de salir mal a pesar del adverso resultado frente al Sevilla. Y que además sirvió para ver la mejor versión de jugadores como Guillem Molina, Mangala o Diakhaby.
Uros Racic reapareció en el terreno de juego en el partido frente al Yeclano Deportivo, en la Copa del Rey. Cuajó una muy buena participación, anotando su primer gol con la elástica del murciélago. Pero a mediados de la segunda parte fue retirado por precaución. Y a modo de reservarle para el choque de este fin de semana frente al Valladolid.
