El conjunto perico pecó esa falta de anotación y acabó perdiendo por la mínima ante el Girona
Para todo aquel que no haya visto el partido ni el resultado pero si las estadísticas del mismo, podría pensar que ha sido una goleada del Espanyol. Pero lo cierto es que no fue así, ya que el Girona se llevó el partido por la mínima. La ambición y la garra que usaron los locales, juntado a la lucha y a la picardía de los mismos derivaron en el triunfo gerundense. Pero si se analiza por otra parte el duelo, fue un partido muy injusto para los hombres de Vicente Moreno.
Hay una frase que concuerda con lo sucedido hoy en Montilivi: «quién perdona, lo termina pagando». Esto es exactamente lo que sucedió en el campo gironí. El Espanyol dominó de principio a fin el encuentro ante un Girona muy bien plantado sobre el césped. Durante el primer tiempo los pericos tuvieron ocasiones de todos los colores para hacer el primero, pero entre Juan Carlos y la defensa lograron sacar todo. Aprovechando este error Pablo Moreno puso el único gol del encuentro en el 41′.
La segunda mitad tuvo un guion muy similar al de la primera. El Espanyol estuvo volcado en ataque pero las ocasiones no acabaron en buen puerto. Hasta 27 tiros realizó el conjunto perico sobre la portería de Juan Carlos, con 8 ocasiones muy claras y 4 paradones del meta gerundense. La posesión también cayó del lado perico con un 64% por un 36% del Girona. Un sinfín de victorias en lo estadístico que no se tradujo en la efectividad necesaria.
Esta efectividad fue lo que penalizó al Espanyol de no lograr, al menos, un empate en Montilivi. Todas las personas que vieron el encuentro, ya fueran de un equipo o de otro, piensan lo mismo. Y es que ¿Cómo es posible que el balón no haya entrado ni 1 sola vez en la meta de Juan Carlos?
Pues bien, la pregunta tiene una doble respuesta muy clara. La primera es que el guardameta del Girona realizó un gran partido y gran parte del mérito de la victoria es suyo. Pero la segunda va un poco más allá, y es que este Espanyol tiene una dependencia demasiado grande de ciertos futbolistas para anotar. El equipo perico las tuvo de todos los colores, pero ninguna de ellas acabó en el fondo de las mallas.
Y esto no es la primera vez que sucede en esta travesía por LaLiga Smartbank. En varios partidos el Espanyol ha pecado de esa falta de gol, y es que si no aparece RDT o algún otro jugador con una genialidad el balón no acaba dentro de la meta rival. Este partido debe servir para que la dirección deportiva reflexione sobre si es necesario un delantero más. Pero lo cierto es que será difícil, o más bien prácticamente imposible que llegue algún 9 en lo que resta de ventana invernal.
El míster espera que esa falta de gol no suceda en otros encuentros, donde con estas estadísticas el marcador hubiera sido de goleada perica. Pero en esta ocasión, en el duelo ante el Girona, la falta de acierto penalizó de una forma muy grande a los intereses blanquiazules.
Así pues, y con 20 jornadas por delante, el objetivo está bien claro: ascender. Para ello quedan 20 partidos muy exigentes por delante donde todos los equipos saldrán a ganar y el Espanyol debe jugar todos como si fueran el último. El primero de ellos ya asoma al fondo del túnel, y es la visita del Rayo Vallecano al RCDE Stadium.