El argentino se ha convertido en nuevo jugador del Sevilla FC tras llegar a un acuerdo con la Atalanta por algo menos de 8 millones de euros
La bomba del mercado de invierno ha caído en Nervión. Tras una semana muy intensa entre el Sevilla y la Atalanta en cuanto a las negociaciones se refiere, Alejandro ‘el Papu’ Gómez ha dejado a la DEA tras más de 5 temporadas para recalar en el club rojiblanco. 5’5 millones fijos pagarán desde Andalucía por el argentino más otros dos en variables. El jugador firmará hasta 2024 con una nómina de 2,5 millones netos al año.
Salida de la Atalanta
El gran artífice de que el club Bérgamo sea actualmente un grande de Italia es él. Tras 252 partidos, 59 goles y 71 asistencias, el ya ex capitán del conjunto italiano se despide con un sabor agridulce. Con la conciencia tranquila al haber dado un rendimiento espectacular, lo que ha desencadenado este divorcio entre club y jugador fue una discusión con el entrenador Gasperini. La afición de la Atalanta está totalmente agradecida al 10 por estos magníficos años y entienden que su etapa ha acabado y quiere buscar nuevos retos.
¿Por qué el Sevilla?
Rechazando ofertas de Juventus, Inter, Arsenal y otras mareantes salarialmente de ligas más exóticas, el ‘Papu’ tenía un deseo de jugar en Nervión. Declarado en una entrevista hace varios meses para Charlas de Fútbol: “mi equipo favorito de España es el Sevilla y jugaría en el Sevilla”. Estas declaraciones tienen relación a que el argentino ya estuvo a punto de jugar en el Sánchez-Pizjuán en 2017 a expresa petición de Sampaoli, pero no se pudo dar. También, el Sevilla es un club que cae muy bien en Argentina. Sin ir más lejos, Ocampos y Acuña están triunfando y Banega es uno de los jugadores más queridos por la afición.
Otro factor importante es la exigencia del club. Esperando al Borussia Dortmund en Champions, encara la segunda vuelta de LaLiga en cuarta posición y la Copa del Rey con unas expectativas muy altas.
¿Cómo lo puede encajar Lopetegui?
Un caso parecido al de Neymar, el ‘Papu’ ha ido reconvirtiéndose de extremo habilidoso a jugador total. Gasperini le otorgaba toda la libertad en el campo, jugando como interior en un contexto muy ofensivo, como más le gusta. Julen Lopetegui puede colocarle en esa misma posición de interior, escoltado por Fernando y Jordán o Rakitic o tirado a la banda izquierda y acabando por el centro, como hace Suso por el otro costado.
