Dos tantos de Wilson certificaron los tres puntos para las urracas, que tras una pésima racha de resultados, consigue levantar cabeza
Con Steve Bruce en la cuerda floja, el Newcastle ha salido a flote. Frente a un Everton que mira hacia puestos europeos, los ‘magpies’ mantuvieron una pasmosa solidez en la medular, que por ende, fue vital para detener las ofensivas ‘toffees’.
Ni Dominic Calvert-Lewin, ni James Rodríguez y tampoco Richarlison fueron capaces de poner en apuros a Darlow.
Por otra parte, el capitán, Lascelles abandonó el terreno de juego y en su lugar tuvo que intervenir Ciaran Clark, que terminó dejando sensaciones más que notables en su regreso.
Junto a Schar, consiguió complementarse a las mil maravillas y parece ser que, mientras Lascelles no esté disponible, el irlandés se encuentra más que capacitado para cubrir la zaga.
Sorprendió la suplencia de Saint Maximin, no obstante, al ingresar en el terreno de juego, proporcionó más profundidad. Sin ir más lejos, medio gol del segundo tanto de Wilson tiene bordado su nombre.
Almirón, orientado en la mediapunta, recorrió prácticamente todo el verde, colaborando en tareas defensivas y mostrando seguridad en sus acciones. Un auténtico todoterreno.
Desplazándonos al frente de ataque, tenemos a nada más y nada menos que el protagonista del encuentro, Callum Wilson. El ariete británico ha alcanzado los dobles dígitos en su campaña de debut y se le debe atribuir el mérito por partida doble, ya que las urracas no se caracterizan por ser una escuadra anotadora.
En cuanto a la formación, Bruce abandonó la defensa de cinco para implantar una línea de cuatro. El Newcastle se ha encontrado más cómodo con esta última y posiblemente acabe quedándose definitivamente.
St James Park recupera oxígeno y la unión de la que carecía. Volvieron a ser aquel bloque compacto y molesto para los grandes, en esta ocasión el Everton, y ponen en marcha su objetivo de escalar posiciones en la clasificación.
