Desde la llegada de Marcelino al banquillo rojiblanco, Oihan Sancet apenas está contando con oportunidades al no encontrar una posición adecuada para él
Cuando Eduardo Berizzo se hizo cargo del banquillo del Athletic Club sorprendió mucho una de sus decisiones en la pretemporada. Era el verano de 2018, y el entrenador argentino llamaba al juvenil Oihan Sancet para completar la plantilla en la pretemporada. El joven navarro, que aun no había debutado con el filial bilbaíno, se encontraba así ante la oportunidad de dar la campanada. Finalmente daría el salto al segundo equipo, sufriendo una lesión de rodilla al principio de la campaña que le mantuvo alejado durante meses. Terminaría reapareciendo al final de temporada para sumar 8 partidos a los 2 que ya jugó en el inicio, anotando un gol en la primera jornada.
En la siguiente temporada, más asentado en el filial, empezaría la campaña siendo figura clave y a un gran nivel goleador. Para la mitad de temporada, el joven cachorro comenzaría a acudir a las llamadas del primer equipo, siendo además uno de los cambios. Acabaría la temporada con 7 goles, 6 con los cachorros y 1 en liga con los mayores; sumando también 2 asistencias. Con 19 partidos con el equipo mayor, el jugador navarro se ganó la ficha del primer equipo siendo una de las perlas rojiblancas.
En la presente campaña, el joven comenzó siendo uno de los hombres de la segunda unidad de Gaizka Garitano y dando relevo principalmente a Iker Muniain. El jugador acumuló 13 partidos con el de Derio, dejando 1 gol y participando en 255 minutos. Sin embargo, desde la llegada de Marcelino, el joven se ha quedado sin hueco. La causa de que apenas esté contando con minutos es sencilla, su estilo no encaja en el clásico (1)-4-4-2 de Marcelino. De hecho, el joven cachorro solo ha participado en los partidos de Copa frente a Ibiza y Alcoyano, saliendo de titular y siendo cambiado al descanso en ambos.
Con estos precedentes y analizando sus puntos fuertes y sus flaquezas; al jugador le quedan dos opciones para hacerse con un hueco. El navarro destaca por su regate, su inteligencia al espacio, su visión de juego, su capacidad de asociación y por su llegada desde segunda línea. Sin embargo, el jugador flaquea en los duelos aéreos y en los choques con el rival. Además su exceso de confianza en su pase le hace no elegir siempre la mejor opción de asociación. Sancet es un jugador que brilla en el centro, por lo que la opción de colocarlo en banda es inviable. El navarro necesita el carril central para ser importante.
Opción 1: delantero centro
Esta es la opción que ha utilizado Marcelino hasta el momento, la de colocarlo como acompañante de un nueve, en este caso Asier Villalibre. La buena llegada a gol con la que cuenta, hace pensar que colocarlo cerca de la portería rival puede ser una buena opción. Sin embargo, por el momento no ha conseguido demostrar tener olfato goleador, aunque si ha demostrado inteligencia en el desmarque. Frente a la UD Ibiza, no consiguió meterse en el partido y yendo detrás en el marcador el entrenador apostó por la veteranía. Frente al Alcoyano si dejó unos buenos detalles aunque fue de nuevo sustituido por la misma razón.
Por sus condiciones físicas y técnicas, con un trabajo de desarrollo en su juego podría adquirir un rol similar al de Raúl García, siendo más un llegador que un nueve. La gran parte positiva es que con su juventud, puede ser una pieza perfectamente maleable por Marcelino. Si el asturiano es capaz de pulirlo, puede tener un gran segundo punta con Oihan Sancet.
Opción 2: mediocentro
Por sus condiciones de juego, se podía presuponer que el joven canterano podía evolucionar en un magnífico interior. Su estilo de juego, y sobre todo su zancada, su capacidad para romper líneas de presión y su último pase, le convertían en un jugador similar a Kevin De Bruyne salvando las distancias. Sin embargo, Marcelino precisa de hombres con un mayor sacrificio defensivo en la posición del mediocentro. Por eso, está apostando por jugadores como Dani García, Mikel Vesga y Unai Vencedor.
Sancet podría ocupar este puesto acompañando por un pivote de perfil defensivo en partidos donde el club vasco domine y necesite creatividad en el centro del campo. Con trabajo y haciéndole mejorar defensivamente, puede ocupar el mismo rol que ocupaba Dani Parejo en el Valencia CF de Marcelino.
