El malagueño era uno de los únicos tres centrocampistas del primer equipo convocados ante el Getafe y ni aún así fue titular
Si bien es cierto que Isco arrastraba molestias del partido anterior, la realidad es que el centrocampista no levanta cabeza. Zidane siempre ha sido de confiar mucho en él, pero contra el Getafe la historia fue muy distinta. Con el gran número de bajas, el técnico solo pudo convocar a tres centrocampistas del primer equipo. La alineación favorita de Zidane siempre ha sido la 4-3-3, por lo que parecía cantado que fuera Isco quien acompañara a Casemiro y a Modric en la medular. Sin embargo, el entrenador sorprendió con un cambio de sistema. Pasó a jugar con tres centrales, dejando un efectivo menos en el centro del campo para meter al canterano Marvin Park de carrilero diestro.
Lo cierto es que el bueno de Marvin disputó un partido muy serio. La mayoría de los ataques desde la derecha procedían de sus botas. Con la corta plantilla que tiene el equipo, tanto el propio Marvin como Sergio Arribas se postulan como los dos nuevos principales rivales de Isco para contar con minutos. El segundo salió para disputar buena parte del segundo tiempo y estuvo muy correcto en prácticamente todos los aspectos del juego. Por su parte, Isco salió en el minuto 76 y no se le vio del todo fino. Con los jugadores del Getafe cansados, el malagueño no cuajó una actuación demasiado brillante y no fue capaz de reivindicarse.
Esta temporada, Isco ha jugado la mitad de los partidos y en solo cuatro de ellos ha sido titular. Su situación es crítica y ya pidió salir del club en noviembre según informó Diario Marca. Finalmente, fue Odegaard el que salió, por lo que Isco deberá esperar a junio para decidir su futuro. Lejos queda el jugador decisivo que levantaba a los aficionados de su asiento con cada detalle de calidad. Ahora se ha convertido en alguien que gana detractores en cada partido que juega y que no está al nivel que exige un equipo como el Real Madrid.