A pesar de la delicada situación que atraviesa el club, el Eibar ha confirmado que confía plenamente en José Luis Mendilibar para salvar la situación
En la última semana, el Consejo de Administración del club armero, se ha reunido para hablar del futuro del club. A lo largo de estas reuniones, la tónica ha sido la misma, ratificar a José Luis Mendilibar, como guía del proyecto a largo plazo que está realizando el Eibar. Asimismo, en el comunicado mostrado a través de la página web del club, aseguran que la próxima temporada, la entidad armera será equipo de primera división. Lo que sumaría un total de ocho curso consecutivos en la categoría de oro del fútbol español.
Además, en dicho comunicado también se afirma que la decisión ha sido consensuada. Y se confía en el trabajo de Mendilibar y todo su cuerpo técnico. Así como de todos y cada uno de los 23 jugadores que conforman la plantilla de la Sociedad Deportiva Eibar.
De hecho, decía lo siguiente: “Este Consejo sigue creyendo plenamente en que el trabajo y compromiso de Mendilibar y todo su cuerpo técnico, así como el de cada uno de los 23 jugadores que componen la primera plantilla, dará sus frutos y la próxima será nuestra octava temporada en Primera División.”
En Eibar saben que la situación es realmente complicada. Puesto que el equipo está, en estos momentos, en la penúltima posición de la tabla clasificatoria. Pero se mantiene la firme convicción de que lograrán el objetivo de mantener la categoría. Como se dice, la esperanza es lo último que se pierde. Pero al Eibar parece no salirle nada bien.
A diferencia de otras temporadas, el equipo no muestra seguridad defensiva. Algo que era sello de identidad del combinado armero. Pero, además, parece que la idea de Mendilibar ya no cala en los jugadores como años anteriores. Asimismo, tampoco hay un goleador referente, ya que a excepción de Kike García, nadie más parece estar entonado de cara a portería.
Los fichajes, aunque fueron ilusionantes, tampoco han terminado por demostrar porqué se les fichó. Y si a todo eso se le suma la facilidad para perder partidos. Es una combinación perfecta con resultado final de descenso. Para el bien del Eibar, las cosas tienen que cambiar sobre el césped. En las oficinas hacen su trabajo, ya que destituir un entrenador a estas alturas puede ser definitivo.
