El descenso del club le permite romper su vinculación con el club antes de lo acordado
El descenso del Real Valladolid deja mucho trabajo que hacer en las oficinas del club. Tras la destitución de Sergio González y Miguel Ángel Gómez, se esperan todavía muchas salidas. Ya llegó Fran Sánchez como director deportivo, procedente del Granada, y Pacheta, que trabajarán para formar una plantilla que compita por el ascenso.
Hay futbolistas que terminan contrato este mismo 2021, como Míchel u Olaza, y otros a los que les queda únicamente un año, como Masip, Kiko Olivas, Bruno, Nacho, Waldo, Hervías u Orellana. Sin embargo, no será tarea fácil, ya que son varios los jugadores que no están dispuestos a jugar en Segunda División pese a tener contrato vigente y ya buscan una salida.
Es el caso de Roque Mesa. El canario llegó libre el pasado verano tras terminar contrato con el Sevilla, y ha sido de lo mejor del equipo esta campaña, pese a que le costó arrancar y ganarse la confianza del míster. Roque firmó un contrato de tres años con el Real Valladolid, hasta 2023; sin embargo, podría irse este mismo verano. Este contrato incluía una cláusula que, en caso de descenso, le daba la opción de romper su compromiso con el club. La decisión depende del jugador.
La intención del club es convencer y mantener a jugadores clave este año, como Orellana, Olaza, Marcos André, Weissman o el propio Mesa. Consideran que son un pilar clave para lograr el objetivo. De casos como Orellana, Marcos André o Weissman ya se sabe que sus agentes están buscando club en Primera.
Harán falta muchas negociaciones para resolver individualmente cada caso. La mayoría de dudas deberán verse resueltas en las próximas semanas, para que la directiva tenga tiempo de planificar la temporada 2021/22 que empezará en agosto. En cualquier caso, y siempre que no lo impida alguna cláusula, se intentará sacar beneficio económico de la salida de cualquier jugador.
