Pablo Sarabia fue una de las sorpresas en la lista de Luis Enrique, pero se ha ganado la titularidad a base de goles
La convocatoria de Luis Enrique fue duramente criticada en España. La no presencia de Navas, Ramos, Canales o Aspas habría un extenso debate. Así como la inclusión en la misma de otros como Eric García, Diego Llorente, Adama Traoré o, la a priori más sorpresa, Pablo Sarabia. El madrileño no venía contando para el seleccionador en las últimas convocatorias y había tenido un año complicado en Paris. No aparecía en ninguna quiniela.
Comenzó la Eurocopa saliendo desde el banquillo, siendo contra Suecia uno de los pocos que crearon peligro mediante centros al área. Llegó la final anticipada frente a Eslovaquia y Luis Enrique tenía que hacer cambios; Sarabia fue uno de ellos. Sustituyó a Ferrán Torres en banda derecha y no parece que nadie vaya a moverle de ahí. Un gol, una asistencia y un disparo al larguero que terminó con la ayudas de Dubravka hicieron que repitiera ante Croacia. Cuando más cuesta arriba se le pusieron las cosas a España, tras el infortunio de Unai Simón, apareció el ex del Sevilla para ‘descorchar el cava español’ e igualar el partido.
¿Por qué Sarabia se ha hecho indiscutible?
Pablo Sarabia es un jugador complejo de analizar. No es veloz, tampoco fuerte ni mucho menos un virtuoso. Pero tiene algo muy valioso en el fútbol de hoy en día: facilidad para hacer cifras. Esa posición donde le está colocando ‘Lucho’, tirado a banda derecha con tendencia de entrar hacia adentro, es perfecta para él. El del PSG tiene un olfato goleador siendo jugador de segunda línea al alcance de muy pocos. Lo mismo para darlos, pues sus centros suelen ser muy buenos, con las dos piernas. Sin ir más lejos, en su última temporada en Nervión, anotó 23 goles y repartió 17 asistencias. Una brutalidad. Sabe donde va a car un rechace, donde va a ir un centro o donde va a fallar el defensa. También el desmarque que va a hacer su compañero.
Sarabia no es un jugador bonito de ver. No es un súper clase. No va a levantarte del asiento. Seguramente, no sea un 10 en nada, pero sí que es un 7 en todo. Además, es un jugador muy comprometido defensivamente, algo primordial para el seleccionador. Las dudas con Sarabia existen porque ha ido a la Selección muy tarde. No la pisó hasta que se marchó del Sevilla al PSG. Es por esto que a los sevillistas no les sorprende el nivel que está desprendiendo el nuevo e inesperado killer de ‘La Roja’.