Modibo Sagnan será una de las pocas salidas de la Real Sociedad este verano, y su destino parece estar por el mismo camino por el que llegó
Modibo Sagnan no ha encajado como la dirección deportiva esperaba en la Real Sociedad. Eso no es un secreto. El central francés tiene más posibilidades de volar lejos de San Sebastián que de quedarse a seguir luchando por un puesto. Actualmente concentrado para disputar los JJOO de Tokio con la selección gala, no tiene claro su futuro, aunque sí su deseo de no continuar a las órdenes de Imanol Alguacil.
Zubieta parecía ser el sitio idóneo para él. Un lugar que en los dos últimos años se ha convertido en una fábrica de talento y de la que el propio futbolista tenía esperanzas. Sin embargo, no ha dado el salto de calidad esperado desde su llegada en 2019, y aunque el futbolista quería seguir creciendo de txuri-urdin, la situación ha dado un giro de 180 grados. Ahora en su cabeza la idea de hacerse con un puesto de titular (tarea difícil con Aritz Elustondo y Le Normand mostrando un alto nivel) se desvanece, y su futuro próximo no pasa por ser un habitual en la pizarra del entrenador.
De ahí el deseo de buscar una vía de escape que encauce su carrera deportiva. Y para su suerte, ofertas no le faltan. Según el Diario AS, la Real Sociedad ya sabe del interés de Genoa (Serie A), Augsburgo (Bundesliga) y Montpellier (Ligue 1). Sin embargo, el jugador es sabedor desde Clairefontaine de que su club de procedencia, el Lens francés, estaría dispuesto a reabrirle las puertas. Sagnan salió del equipo cuando estaba en Ligue 2, y ahora podría regresar a su casa para jugar en la primera categoría.
Una apuesta fallida
Sagnan llegó a la capital guipuzcoana con apenas 20 años en el verano de 2019. Con gran proyección por las buenas referencias que se daban de él en Francia, la Real Sociedad se decidió a ficharlo por 5 millones de euros, una suma que difícilmente verá reembolsada. A menos que el papel del todavía defensa txuri-urdin en los JJOO sea sobresaliente y su valor crezca.
Llegó para apuntalar una defensa que carecía de un líder. Solo Aritz y Diego Llorente cubrían la zaga central, y junto con él vino Le Normand con la misma misión. Los resultados han sido bien diferentes. Dos años más tarde (con una cesión al Mirandés de por medio), Sagnan no ha escalado puestos en la jerarquía de la defensa. Hasta Igor Zubeldía, un centrocampista reconvertido, está un escalón por encima suyo. Esto propicia que el camino de Sagnan deba separarse de San Sebastián para cumplir con las expectativas con las que llegó.
