Asier Villalibre encara una temporada que se perfila de vital importancia en su evolución futbolística
El búfalo de Gernika disfruta de un crecimiento profesional que viene a raíz del tesón que lo caracteriza. Con su naturalidad y entrega, Villalibre se ha ganado rápidamente un hueco en el corazón de la afición athleticzale. Eso está muy bien pero, si vamos al terreno más profesional, lo importante era ganarse un hueco en las alineaciones de Marcelino. Y, por lo pronto, lo está haciendo.
Villalibre ha experimentado un crecimiento exponencial en la cantidad de minutos disputados durante esta última temporada. A raíz de la Supercopa, dónde fue de imperial importancia metiendo el gol que mandaba la final a la prórroga, se ha ganado progresivamente la confianza de su técnico hasta acabar convirtiéndose en titular en los onces del Athletic Club.
Sus minutos en la 20/21
A sus 23 años, Villalibre ha disputado su primera temporada con cierta continuidad en las oportunidades en el primer equipo. En total, el gernikarra ha jugado 1.907 minutos en todas las competiciones, aportando un total de 6 goles a la cuenta del equipo. Una cifra que supera con creces, en cantidad y calidad, los minutos disputados el curso anterior a las órdenes de Gaizka Garitano.
De esa cantidad de minutos, la mayoría provienen de la recta final de la temporada, tras las dos finales de Copa. En ese tramo de curso, Marcelino optó por dar rienda suelta a los jóvenes y Villalibre formó dupla habitual junto a Sancet en el frente de ataque bilbaíno. Para ser honestos con la realidad, su rendimiento fue de más a menos, casi paralelo al resto del equipo. El búfalo sumó más de 600 minutos seguidos sin marcar en las últimas jornadas ligueras, mala noticia para cualquier delantero. En todo caso, la temporada que va a entrar supondrá un reset para el Athletic, también por supuesto para él.
¿Qué se puede esperar de la 21/22?
El delantero vizcaíno, que cumplirá 24 años en poco más de dos meses, espera que esta temporada sea la de su confirmación. La afición alberga grandes esperanzas en él y él alberga el hambre necesario para corresponder a esa ilusión generada. Asier Villalibre busca romper con la “maldición” del delantero surgido de Lezama y que varios de sus predecesores ya han sufrido. Guillermo, Guruzeta, Sabin Merino… Todos grandes goleadores en el filial pero ninguno se pudo asentar en la primera plantilla.
Villalibre busca, en base a un rol aún más protagónico, romper esa tradición negativa. Por todos es conocido que uno de los principales déficits del equipo ha sido la resolución de cara a puerta. Asier pretende demostrar que puede suponer la solución a ese problema. De momento le acompaña un carácter natural, unas cualidades envidiables y ya demostradas y un número mágico, el 20. No sé si nos suena de algo.