El conjunto de Imanol venció por 3-1 al Deportivo Alavés de Calleja, en la vuelta del público al Reale Arena
Tras la contundente y merecida victoria del sábado pasado ante el Huesca, el cuadro txuriurdin recibía en casa a un reconocible Alavés. Los pupilos de Javi Calleja ya habían comenzado con la preparación enfrentándose a Logroñés y Amorebieta, pero en Donostia les esperaba un rival de categoría. A pesar de las numerosas bajas, tanto por lesión como por compromisos internacionales, Imanol sacó una alineación repleta de talento.
Remiro, Gorosabel, Aritz, Pacheco, Aihen, Turrientes, Navarro, López, Barrenetxea, Januzaj y Carlos Fernández formaron el once inicial. Varios jugadores pisaban por primera vez el césped del Reale Arena, en su debut con el primer equipo en el renovado estadio. Aún así, pese a que la media de edad rondaba los 23-24 años, el juego de los locales se impuso con claridad en la primera mitad. Tanto que en el minuto 8 la Real ya se había adelantado en el marcador gracias a un derechazo de Januzaj en la frontal del área.
Imanol probó a una gran cantidad de jóvenes
El belga, junto a Turrientes y Aihen, fue uno de los jugadores más desequilibrantes en los primeros 45 minutos, aunque no estuviese del todo acertado en la finalización. Tras el descanso, Imanol introdujo ocho cambios, siendo Remiro y López los únicos que repitieron. Zaldúa, Zubeldia, Le Normand, Sola, Pokorny, Guridi, Portu, Lobete y Willian José saltaban al campo. Poco iba a tardar el tercero en llegar, en un remate de Zubeldia tras un saque de falta.
Mientras el marcador continuaba con el 3-1, una inesperada aparición de Dani Garrido, que entró en sustitución de López, se llevaba los aplausos del público. El joven canterano que actualmente milita en las filas del Sanse, fue convocado de urgencia tras unas molestias de Silva, y cuajó una notable media hora que dejó satisfechos a los aficionados.
Sin demasiadas ocasiones y con dominio absoluto local concluyó un encuentro que sólo tuvo unos colores de principio a fin. Sin embargo, los babazorros plantaron cara y pudo verse un atractivo derbi de verano.