Tras un primer set arrollador del serbio, Zverev consiguió sobreponerse y remontar la manga inicial con un partido extraordinario
La pista de tenis de Ariake ha sido testigo de una de las grandes campanadas de estos juegos de Tokyo 2020: la eliminación de Djokovic a manos del espigado alemán (1,98 de altura) Alexander Sasha Zverev por 1-6, 6-3 y 6-1.
Así pues, el alemán, es el último cabeza de serie que queda vivo en estos juegos y que ya tiene la plata asegurada, pues tras vencer a ‘Nole’, disputará la final ante el verdugo de Pablo Carreño, el ruso Khachanov.
Lo cierto es que este circuito tenístico disputado en el coliseo japonés se ha caracterizado por grandes sorpresas y por grandes ausencias. En el cuadro femenino, cayeron a las primeras de cambio, por ejemplo, Barty, Naomi Osaka, Swiatek, Pliskova…
Primer Set: El ‘Nole’ de siempre
El primer set auguraba algo que el balcánico lleva imponiendo a lo largo de todo este último año: que Novak estaba arrollador, que parecía imparable y que tenía entre ceja y ceja, casi como obsesión, la ansiada medalla dorada en modalidad individual y a la postre, el Goldem Slam (ganar los 4 Majors y el Oro Olímpico en un mismo año).
Hay que reconocer que si bien, son unos Juegos Olímpicos y por tanto, el nivel de por sí, ya es alto, lo cierto es que 2 integrantes del Big-Three, no participaban en el evento y por lo tanto, en cierta forma, el serbio tenía ‘vía libre’, una oportunidad de oro- nunca mejor dicho- para hacer historia sin la competencia de toda la vida.
En esta primera manga, el balcánico había conseguido dos roturas de servicio, mientras que el germano ninguna y también había empezado inaugurando el marcador. Y pese a lo holgado del resultado en el primer set, hay que decir que fue bastante engañoso, pues Zverev, dio bastante ‘guerra’ y hasta en 3 juegos, consiguió llegar al just.
Aun así, se impuso Djokovic, 6-1, que encadenó un parcial de 5-0 a partir del 1-1. Aunque el primer set se decantara del lado serbio, muchas de las estadísticas más importantes, estuvieron igualadas. En el apartado de puntos ganadores, por ejemplo, se reflejó un 10 para cada uno.
Segunda manga: el renacimiento inesperado
La segunda manga transcurría bastante similar a la primera, pero con la diferencia de que Novak no conseguía ‘abrir brecha’ en el luminoso. Y eso fue, en última instancia, decisivo.
Todo empezó en un 3-2 fatídico y una rotura del break por parte del serbio. Pero en el juego siguiente, el alemán se vengó y le hizo un contrabreak y establecer las tablas en el marcador. El juego del gigante alemán se caracterizaba por defenderse muy bien y esperar para tirar passing shots o bolas cruzdas a las que Djokovic no pudiese llegar.
Fue en ese momento cuando el buen juego del rey de los balcanes empezó a fallar, al igual que las sensaciones y lo que parecía imposible: que su confianza aminorase. El alemán lo logró con su juego. Tras dos juegos ‘nets’. El serbio, estaba totalmente desquiciado y es que andaba ya dos juegos abajo, con dos roturas de servicio mediante, por parte de su rival. La primera manga terminó con un parcial de 4-0 para el gigante de casi dos metros, que sirvió para renovar su confianza.
El alemán, que con 24 años, ya ha alcanzo una final de Grand Slam en el US Open del pasado año, lleva poniendo en apuros a los tres grandes y alcanzado las fases finales de los grandes torneos durante varios años. 15 títulos ATP completan su prematuro palmarés.
Tercer y definitivo set: Zverev aborta El día de la Marmota
En este último año nos habíamos acostumbrado a que se repitiera la misma historia: que Novak Djokovick ganara todo, daba igual cuando lo leyeses, como suele decirse en el popular meme. Fuese el rival que fuese, la cosa, siempre terminaba de la misma manera: victoria del serbio. Lo mismo, sucedía en la famosísima película El día de la marmota: que el protagonista, siempre se despertaba en el mismo día del año. Sin embargo, ha habido que esperar casi 8 meses, para que la misión del Goldem Slam, haya sido, finalmente abortada.
El tercer set fue totalmente opuesto a los dos anteriores. El balcánico siguió con las malas sensaciones del anterior envite y si bien logró algún punto, nunca tuvo la manga controlada y fue a remolque en todo momento. Y más después de que el de Hamburgo logrará un espectacular 8-0 de parcial. 8 juegos en los que el hombre elástico, prácticamente ni las vio venir.
De repente, emergió un Nole vulnerable, que parecía humano, que tenía fisuras, que era batible, el panorama había cambiado. Fue el momento en el que se mostro ‘más humano’ en lo que va de competición y de 2021.
Era un Djokovic deconocido, que nadie hubiera dicho que acababa de conquistar la pista de hierba de Wimbledon, pero sí era el mismo y estaba sucumbiendo ante el número 5 del mundo, que tenía mucho que decir. Zverev mostró el camino de cómo hacerlo.
Un desarrollo dramático
Si bien el tenis del de Belgrado no estaba siendo como el de antaño, hubo algún punto memorable, como el segundo, que tuvo de todo: el alemán salvando un 40-15, Aces, una caída de Djokovic, muy buen nivel, 15 puntos y un 40-40 eterno. Al final, se lo llevó el alemán.
Un 2-0 que se agrandó hasta el 4-0, que empezaba a aclarar el panorama. A estas alturas del encuentro, el tenista que figuraba como visitante, había logrado ya 36 puntos ganadores, mientras que su rival tan sólo llevaba 16. El gigante se estaba agigantando con el paso del tiempo.
Estaba tan desquiciado el 20 veces ganador de Grand Slams, que en un momento dado gritó hacia la grada donde estaban situados compatriotas serbios, pertenecientes a otras disciplinas deportivas y que fueron testigos de una de las derrotas más dolorosas de su compañero.
Ahora su recurso era el de las dejadas, que le estaban dando buen resultado. Engaña quizás el posado del alemán, pues pese a su altura, es extremadamente ágil y rápido. Durante el encuentro, llegó a casi todas las dejadas, exceptuando las que eran imposibles
La culminación de la gesta
Así las cosas, el Serbio decidió que no se quedaría en blanco y aporto su granito de arena en el tercer set, poniendo el 1 en el casillero. Por supuesto ni esta mini reacción lógica, por parte del número 1, desestabilizó al teutón, que estaba con la confianza por las nubes y que le había arañado tres roturas de servicio a su oponente.
Al final, el resultado fue calcado al de la manga inaugural: 6-1 pero esta vez, con orden invertido. 2-1 había ganado Zverev en el total se sets, algo que parecía imposible visto, el transcurrir de Novak en Tokyo 2020. Se tendrá que conformar con el metal de bronce
Mal panorama para Carreño y Zverev, a por el oro
Así pues, el alemán se enfrentará en la final al ruso Khachanov, lo que supone tener la medalla de plata asegurada. Pero el tenista quiere entrar en el Olimpo de las Olimpiadas, ganando el metal dorado. Enfrente, un rival duro de roer, pero que también ha dado la sorpresa.
El desenlace, tendrá lugar el próximo 1 de agosto. Pero la lucha por el tercer y cuarto puesto, se jugará mañana, en otro duelo que promete emociones fuertes y donde, aunque remota, España tiene la posibilidad de ganar la cuarta medalla de estos juegos que se está resistiendo más de lo habitual. Será un Djokovick-Carreño. Todo el mundo estará atento a ese duelo. Aunque el español lo tiene muy difícil, en el tenis se ha demostrado que nada es imposible.
¡Agárrense fuerte! Porque lo mejor- quien lo diría- está por venir.