Los blanquinegros cayeron en su vuelta a Segunda División ante el Sporting de Gijón con un solitario tanto de Djuka
El Burgos CF regresaba a la categoría de plata del fútbol español después de 20 años peleando en Tercera División, y en la extinta 2ª B. Los blanquinegros hacían su re-estreno en Gijón, ante un gran rival como el Real Sporting. Los rojiblancos, más asentados en la categoría, y con unos objetivos dispares a los del club burgalés, partían como principales favoritos para llevarse la contienda. Finalmente fue así, y el conjunto asturiano salió como ganador con un gol de Djuka en la segunda parte. Sin embargo, los de Julián Calero dejaron buenas impresiones en el partido.
Brotes verdes a pesar de la derrota
Los burgaleses se mostraron desde el inicio como un equipo competitivo. Es cierto que en ocasiones los nervios del estreno les pasaron mala factura, sobre todo en la salida de balón. Estos fallos provocaban acercamientos del Sporting, que fueron incesantemente frenados por la buena defensa blanquinegra. Y es que esta fue la mejor noticia para la afición blanquinegra. Su defensa no solo se ha mostrado sólida en pretemporada, sino que también lo ha hecho ante uno de los mejores equipos de la categoría.
Sin embargo, esos nervios consiguieron que el juego de los burgaleses fuese excesivamente defensivo en algunas fases. Tan solo Juanma García como único punta parecía ser poco para pelear por los balones en largo que sus compañeros lanzaban desde la defensa. En ataque poco salió a favor de los burgaleses, principalmente porque no pudieron atacar en posesiones largas, Cuando si tuvieron el balón, se mostraron capaces de triangular y buscar espacios, aunque ante el Sporting se antojaba complicado obtener la posesión de la pelota. A la espera de los últimos retoques en la plantilla, la entrada de los cambios pareció darle una cara nueva a los blanquinegros.
La falta de gol, el principal escollo
Ya en la temporada pasada se acusó a este problema en el club blanquinegro. Juanma fue su máximo goleador, mientras que los refuerzos de Guillermo y Claudio Medina no resultaron efectivos. El leonés anotó más, aprovechando la larga lesión del vizcaíno, aún así, el rendimiento estuvo muy por debajo de lo esperado. Lo que ya se pudo ver en la pretemporada se reflejó a las mil maravillas en el primer partido en Segunda, el equipo tiene un serio problema para hacer gol.
El ariete vasco parece contar con más opciones, siendo la primera opción de Calero para salir desde el banquillo en busca del empate. Guillermo hizo alarde de sus condiciones ya conocidas, sus movimientos ofensivos, su remate de cabeza y su experiencia en la categoría. Sirvió de apoyo en las jugadas ofensivas, recibiendo de espaldas y encontrando siempre a un compañero habilitado. Claudio Medina también saldría en los minutos finales, y aunque parece tener los días contados en el equipo, cerca estuvo del gol.
Ambos contaron con sendas oportunidades de gol. Tan solo una buena parada de Mariño evitó que Guillermo empatase el encuentro con un gran cabezazo en una falta lateral. Mientras que Claudio envió fuera un disparo dentro del área chica en los instantes finales. El Burgos necesitará de un ariete que le aporte los goles necesarios para conseguir su objetivo de la salvación. Puede que acuda al mercado en estos últimos días en busca de un goleador. Aunque antes tendrá que cerrar la salida de uno de sus delanteros, siendo Medina el que cuenta con ofertas de equipos de 1ª RFEF para salir.