Tras unos inicios más que complicados, por los pocos minutos, el COVID y demás lesiones, el futbolista heleno ha conseguido hacerse un hueco en estas primeras jornadas de la nueva temporada
Llegada a Anfield
En 2020, el Liverpool ojeó el mercado en busca de un lateral izquierdo que pudiese sustituir a Andrew Robertson para no cargar en demasía al escocés. El elegido fue Konstantinos “Kostas” Tsimikas, natural de Tesalónica y futbolista del Olympiakos. El club griego aceptó los 13 millones del club inglés, y el futbolista se convirtió en nuevo jugador “red“.
Problemas de la primera temporada
Como ocurrió durante toda la campaña, el Liverpool no paró de acumular lesiones, y Tsimikas no se libró de ello. Primero fue el COVID, que le tuvo apartado del equipo durante su período de recuperación. El infortunio persiguió al futbolista en forma de lesiones y, cuando estuvo sano, apenas jugó (sólo dos partidos de liga, uno de Copa y escasos minutos en cuatro de UCL en la primera temporada) Pese a la mediocre temporada del club, Andrew Robertson fue, junto a Salah, el mejor jugador del equipo y dejó sin oportunidades al bueno de Tsimikas.
Nueva temporada, nuevas oportunidades
Al griego se le abrió la puerta de la titularidad tras la lesión de Andrew Robertson en pretemporada. El griego, que no fue a la Eurocopa por la ausencia en la misma de su país, ya había jugado en pretemporada ante la ausencia del escocés por vacaciones, mostrando un gran rendimiento.
Tras la lesión de Andy, Tsimikas fue titular ante el Norwich, (victoria 0 – 3, goles de Diogo Jota, Firmino y Salah) cuajando un gran partido. Ya con el de Glasgow en el banquillo, también jugó ante el Burnley, (victoria 2 – 0, goles de Diogo Jota y Mané) dando una asistencia para el primer gol (segundo en la campaña) del portugués.