La semifinal de la Europa League del 2014 fue y será de las más espectaculares vividas de la competición, y por su final, de las más recordadas
Sevilla y Valencia se enfrentaban una vez más, esta vez el escenario eran unas semifinales de Europa League. Tanto por el escenario como por la rivalidad entre los dos clubes el enfrentamiento se afrontaba de muy alto nivel. Y en ningún momento este defraudó.
Ida: el Sevilla, con ventaja a Mestalla
Este fue segundo enfrentamiento español en la UEFA Europa League 2013/14, y segunda vez con el Sevilla FC como coprotagonista. Tras superar en octavos de final al Real Betis, el Valencia CF llegó al Estadio Ramón Sánchez Pizjuán para luchar por una plaza en la final.
Las primeras alineaciones
Los dos equipos salieron al Pizjuán con las mejores plantillas que tenian a su disposición. El Sevilla colocó a Beto entre los palos, justo detrás de Figueiras, Pareja, Fazio y Fernando Navarro. En el centro del campo Carriço y Mbia como pivotes defensivos.
Las bandas para José Antonio Reyes y Vitolo, en la mediapunta el capitán Ivan Rakitic, y como 9 el colombiano Carlos Arturo Bacca. Además el banquillo contaba con jugadorazos como son Vicente Iborra y Kevin Gameiro.
En el cuadro ché el nivel no era menor ni mucho menos. En la portería Guaita en sustitución del lesionado Diego Alves, como zagueros estaban Bernat, Mathieu, Javi Fuego y João Pereira. Cuatro jugadores componían el mediocentro, Keita y Parejo en el centro y Fede Cartabia y Feghouli en la banda. Por último la delantera la compuso Paco Alcacer y el chileno Eduardo Vargas.
Primera parte
El Valencia saltó muy serio al Pizjuán. Fede Cartabia sirvió un saque de esquina en el 3′ pero Javi Fuego no imprimió la fuerza necesaria para marcar. Poco después del cuarto de hora se vivió la jugada que definía el inicio del envite.
El Sevilla intentó un ataque muy lejano a la zona de peligro, robo visitante con Dani Parejo como brújula y continuación para que Paco Alcácer se sacase un latigazo que fue desbaratado por los puños de Beto. Los de Unai Emery no acertaban y vivían situaciones complicadas cuando perdían el mando.
Fueron 27 minutos lo que tardó Ivan Rakitić en dejar constancia de su calidad. Instalado por delante de Mbia y Daniel Carriço, el internacional croata no contó con la exigencia de tener que ayudar en el robo, y fue es clave en el sistema sevillista.
Su tarjeta de visita nació tras una recuperación de Fernando Navarro con la colaboración de Vitolo que acabó en los pies del capitán. Forzó un saque de banda. De ese saque de banda provocó un córner y el servicio desde la esquina concluyó con un testarazo de Federico Fazio que asustó a un Vicente Guaita nada exigido hasta ese instante.
El vendaval fue cosa de cuatro minutos. Tras un aviso de Bacca, que recibió un servicio de Rakitić, Ivan puso una falta desde la izquierda, peinó Carriço y Mbia anotó con suspense, y de tacón.
Y en el 36, tres después, Bacca bajó a recibir, se asoció a la perfección con Vitolo para que el canario devolviese el balón al colombiano, que no dudó frente a Guaita. 2-0 y cuarto gol del punta sevillista en la Europa League, con su media naranja Kevin Gameiro esperando en el banquillo con cinco muescas en su revolver continental.
Antes del descanso, Fazio remataba libre de marca, pero no tuvo instinto definidor. Así pues la eliminatoria estaba a punto de caramelo, aunque faltaba aún partido y medio para la conclusión de esta.
Segunda parte
Pizzi suplió a Juan Bernat por José Gaya para conseguir más profundidad por el costado izquierdo, y poco después Pablo Piatti se sumó a ese costado (en detrimento de Fede Cartabia).
El Valencia repitió la formula inicial y comenzó con más mordiente, pero de nuevo sin puntería. Un libre directo de Jérémy Mathieu heló la sangre de los fervientes parroquianos del Pizjuán. Rakitić repitió fórmula con Fazio, y el argentino otra vez cabeceó muy manso.
El croata quería poner la guinda y en un robo sevillista filtró un pase perfecto a Bacca, pero el de Puerto Colombia no concluyó como de costumbre, sumó 21 dianas en su temporada de bautismo en España.
El arreón final pudo arruinar el gran resultado del Sevilla. En el minuto 87, el suplente Jonas trató de superar a Beto, pero el luso despejó sin titubear.
Segundos después, el susto fue mayor. Vargas conectó un cabezazo que superó al portero local, pero el larguero se encargó de evitar el 2-1. Además, Alcácer vio la tarjeta amarilla en el 89′ y estaría sancionado en Valencia.
Una semifinal casi sentenciada
2-0, final y ambiente de las grandes citas. El Sánchez Pizjuán empieza a resaltar la fecha de la final y en el recuerdo los títulos logrados en 2006 y 2007. El idilio del Sevilla con la segunda competición continental vuelve a vivir un pico de forma.
En la vuelta el Valencia buscaría repetir la fórmula que le llevó a superar al Basilea, porque la hinchada ‘ché’ también tiene muy presente el éxito del 2004.
Vuelta: final de infarto y directos a Turín
Tras la ida, el Sevilla iba con ventaja en la semifinal, tan solo quedaba rematar el 2-0 del Pizjuán. Pero los locales no se lo pusieron nada fácil, disputaron todo el partido como si de una final se tratase.
Casi sin cambios en la vuelta
Ambos equipos salieron con onces similares a los de la ida. En el Valencia la porteria cambiaba de guantes, en lugar de Guaita saltaba al campo Diego Alves. Y lo mismo ocurrió con Ricardo Costa, Piatti y Jonas que sustituyeron a Javi Fuego, Fede Cartabia y Paco Alcacer.
Los cambios no solo se trataron de de jugador por jugador, pues la formación dejó de ser un 4-4-2. El 4-2-3-1 desplazó a Parejo y a Keita más atrás, y a Edu Vargas justo detrás de Jonas.
El Sevilla salió solo con un cambio respecto a la ida. El lateral derecho Figueiras pasó a la suplencia en favor de su compañero Coke. Por tanto debido a este pequeño cambio, los de Emery salieron con el mismo planteamiento que en el Pizjuán.
Una primera parte de ensueño ché
Ante un abarrotado ambiente, el Valencia, apoyado por su animosa afición, salió a por un gol desde el inicio. Tras algunos acercamientos sin peligro por parte de ambos conjuntos, el 1-0 llegó en el minuto 14. Tras una gran jugada colectiva, Feghouli, combinó con Eduardo Vargas, que recortó a un defensor y fusiló a Beto para llevar el delirio a la grada.
El tanto dio alas al Valencia, y seis minutos después, de nuevo Feghouli obligó a Beto a evitar el segundo gol local. Aunque no tardó en llegar. Un buen centro de Bernat en el 26 desde la izquierda fue cabezeado por Jonas. Tras dar en el larguero, se coló en la portería tras tocar en la espalda de Beto.
Lógicamente, el Valencia bajó el ritmo impuesto. En el minuto 37 el Sevilla tuvo una gran ocasión cuando Reyes remató en el área pequeña, evitando Diego Alves el gol con su estirada. El conjunto ché se marchaba al descanso con el objetivo logrado de igualar la eliminatoria.
La segunda parte, un partido no se acaba en el 90′
El segundo acto comenzó con un gran tiro de Pablo Piatti que pasó rozando el palo derecho de Beto. Aunque pareció mejor asentado el Sevilla, fue el Valencia el que siguió convencido de voltear la eliminatoria y al minuto 69 Mathieu logró el tercero al enviar al fondo de la red un balón muerto dentro del área tras un córner.
Mestalla estallaba de felicidad. Aunque como era obvio, el Sevilla comenzó a arriesgar ante un equipo local que podía sentenciar definitivamente a la contra.
Pero cuando todo apuntaba a que el Valencia iba a lograr el pase a la final, un remate de cabeza de Mbia llevó el delirio al equipo hispalense y el drama a un afición que rozó su presencia en la final. Mientras el Sevilla lloraba de alegría, el Valencia lo hacía de tristeza, ya que vio como una final se le fue de las manos en el último segundo.
El éxtasis acabó siendo mayor
El equipo andaluz disputó el 14 de mayo ante el Benfica en Turín su tercera final europea tras los títulos logrados en 2006 y 2007. Y esta vez no fue menos que las dos anteriores. El Sevilla terminó derrotando al Benfica en los penaltis, alzando su primera Europa League con el nuevo formato.