Valverde, Antonio Blanco y Camavinga son el futuro madridista y lo están demostrando en cada partido que juegan, cogiendo la batuta sin nerviosismo aparente
Un nuevo paradigma está naciendo en el Real Madrid. El cambio generacional que se está viviendo en el club blanco empieza ahora a mostrar lo que puede llegar a ser en un futuro no muy lejano. El histórico centro del campo conformado por Kroos, Casemiro y Modric encara ya sus últimas temporadas y parece que cada uno de sus puestos están muy bien cubiertos. Prueba de ello son los partidos de esta recién iniciada campaña, en la que los jóvenes están cogiendo la batuta de una manera asombrosa y mostrando una gran madurez. Lo hacen como si fuera fácil. Hablo, pues, de Fede Valverde, Antonio Blanco y el nuevo flamante fichaje, Camavinga.
Gran desparpajo en el campo
Estos tres jugadores son los llamados a ser la brújula del Real Madrid en los próximos años. Con una media de edad de 20 años, no les tiemblan las piernas a la hora de cargar a sus espaldas el peso del juego madridista. Portan una actitud sobremanera y tienen una presencia en el campo como si llevaran años dedicándose al fútbol de primer nivel. Son de esos jugadores jóvenes que escasean hoy día, que juegan con una frialdad que asusta.
El uruguayo lleva ya unas temporadas demostrando su casta y de la pasta que está hecho. No para en ningún momento, está en todos lados como si fuera omnipresente. Por su parte, Blanco también ha dejado ver en numerosas ocasiones por qué está ahí. El año pasado tuvo partidos cumbre sustituyendo a Casemiro y a Modric o Kroos, haciéndoles olvidar por momentos. Camavinga ha sido llegar y besar el santo. Debut liguero y gol, y asistencia en su primer partido en Champions como madridista. Brinda una frescura al equipo, que estaba muy necesitado de la misma. Futbolísticamente ha dejado detalles de los que levantan del asiento al Bernabéu, nada fácil.
En el último partido frente al Mallorca, Asensio quiso dar un golpe sobre la mesa y recordar al mundo que sigue ahí. Se le vio con muchas ganas de participar y volver a enamorar al mundo con su fútbol. Y lo hizo. Tres goles: dos golazos y uno de pillo. Puede que éste sea el resurgir de Marco, lo que sería una muy buena noticia para el Real Madrid. Además, como curiosidad, fue un partido donde volvió a jugar de interior, posición en la que siempre ha sacado su mayor nivel.
Sin embargo, la otra cara de la moneda es Isco Alarcón. El malagueño, que también vio puerta frente al equipo mallorquín, está ahora herido de gravedad ante el buen rendimiento de sus oponentes. Si ya lo estaba de antes, ahora más. O se pone las pilas o le quedan en el Madrid unos pocos meses. Ha de hacerlo ya, porque esperar más tiempo supondría perder la poca confianza de la afición e impacientar a ésta aún más.
