Lewis Hamilton se lleva la carrera en Sochi tras un final impredecible por la lluvia
Sochi no gusta. Es uno de los circuitos menos populares del calendario, pero ha dejado uno de los finales más increíbles de los últimos años. Pese al consistente liderato de Norris durante casi toda la carrera, un error en la estrategia final le ha salido caro. Hamilton ha sido quien se ha aprovechado para conseguir, por fin, su victoria número 100.
Era una de las salidas más esperadas. Sochi no acostumbra a mucha emoción, pero hoy era diferente. La clasificación dejó una parrilla inverosímil y, tras la primera curva, sucedió lo que muchos deseaban. Una larga recta que, mediante rebufos y mucha cautela, dejó a Sainz liderando el GP por delante de Norris y Russell.
Detrás, un Hamilton sin prisas tuvo una mala salida y cayó varias posiciones. Con Verstappen atrás, el británico no quiso arriesgar. El neerlandés, sin embargo, sabía que necesitaba llegar a los puntos para que Sir Lewis no se le escapase. En esta estrategia, el intendo de Mercedes de molestarle con Bottas no surgió efecto; ni una vuelta duró Mad Max tras el futuro piloto de Alfa Romeo.
Por arriba, Norris y Sainz lucharon hasta la vuelta 13, cuando el británico le tiró el coche a su ex compañero y se hizo con el liderato. El McLaren está siendo superior al Ferrari en los últimos grandes premios y, en cuanto le pasó, Norris comenzó a distanciarse del madrileño.
Verstappen iba en una estrategia diferente. Entre su habilidad para ir adelantando y que Hamilton no podía con Ricciardo, el neerlandés se fue pegando hasta estar pocos segundos detrás del británico, con la ventaja de los neumáticos y un buen escudero como Pérez para ayudar.
En la vuelta 23, cuando Ricciardo rodaba segundo y frenaba a Hamilton, entró al pit y, por una parada lenta, perdió casi diez segundos. Con aire limpio, Hamilton comenzó a volar para distanciarse de Pérez, ganar la posición a Ricciardo y, si llegaban las ruedas, meterse en el podio.
Después de dejar espacio con Pérez, el heptacampeón cambió neumáticos y salió delante de Ricciardo. En la misma vuelta, entró Verstappen y puso medios, un puesto más blando que el de Hamilton, para tratar de llegar a su rebufo y adelantarle; la parte negativa, que iban a aguantar menos.
Sainz, con un neumático más viejo, no pudo defenderse de Hamilton, que entró en su hammertime. Sir Lewis adelantó con facilidad tanto a Carlos como a Gasly, que rodaba sexto, y puso en el punto de mira a Norris. “Vas a ganar esta carrera”, decía Toto Wolff por la radio.
Con todas las paradas hechas, en la vuelta 37, se vieron las posiciones reales: Norris, Hamilton, Sainz, Ricciardo y Pérez. Los dos primeros estaban pegados; los tres siguientes, también. Es más, Pérez llevaba neumáticos medios nuevos, con lo que su objetivo real era la tercera posición que tenía Sainz. A pesar de su ritmo, no podía con Ricciardo mientras que Sainz se escapaba.
En la vuelta 46, a siete del final, llegó la lluvia. Los de detrás metiendo intermedios, los de delante dudando. Quedaban cinco vueltas de locura en las que nadie sabía qué hacer. De abajo a arriba fueron entrando, Sainz, Verstappen, Ricciardo… Locura final.
Norris no entró, Hamilton sí. En ese momento se deició la carrera. Tres vueltas, 20 segundos y Hamilton con los neumáticos adecuados. A dos vueltas del final, la pista estaba para lluvia intensa, mientras que Norris iba en slicks.
Finalmente, Hamilton cruzó primero la línea de meta. Tras él, Verstappen logró escalar a la segunda posición, por delante de Sainz. Norris, que lideró casi toda la carrera, decidió no poner los intermedios y terminó pagándolo. Cayó hasta la séptima posición, tras Ricciardo, Bottas y un Alonso que llegó a estar en posiciones de podio a tres vueltas del final. Las otras plazas de puntos, para Raikkonen, Pérez y Russell.
Vuelve a tomar el liderato del mundial Hamilton, tan solo por dos puntos, 246.5 a 244.5. Tras ellos, Norris ha acabado perdiendo la tercera plaza que estaba consiguiendo con la victoria. En cuanto a constructores, Mercedes sube hasta los 397.5 puntos, 33 más que la escudería austríaca. La siguiente batalla será en Turquía y la igualdad, como llevamos viendo todo el año, es máxima.
