El central rojiblanco, quien atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera, no ha descansado ni un solo minuto en lo que va de liga
Ocho partidos, cuatro goles encajados. Cifras más que envidiables, solo a la altura del Sevilla FC (con un partido menos) y del Villarreal, con tres, en LaLiga Santander, y Chelsea, Napoli con otros tres, además del Nice con cuatro, en las demás grandes ligas europeas. Números que ejemplifican como ningún otro factor el buen trabajo que está empleando el Athletic Club en campo propio en el arranque de liga, quien a partir de ahí se está convirtiendo en un gran competidor. Un estilo de juego que, evidentemente, precisa de unos tótems que sepan capitanear al equipo. Precisamente, Marcelino ha encontrado en Iñigo Martínez el Káiser perfecto para emplear esta labor.
Después de una última temporada frenética, cargada de emociones positivas y negativas, el de Ondarroa decidió renunciar a la Eurocopa par a recuperarse y llegar al cien por cien a la siguiente temporada. Es decir, a la actual. Gesto que agradeció enormemente la afición rojiblanca, y que, a juzgar por su estado de forma, no pudo ser más acertada.
Incansable y efectivo
Una vez superados los ocho primeros compromisos ligueros, el zaguero del equipo vizcaíno puede presumir de ser el único jugador de su plantilla que lo ha jugado todo. 720 minutos, sin incluir tiempos añadidos, en los que el central ha sido, posiblemente, el mejor jugador del equipo, y uno de los mejores de lo que va de competición.
Profesional como pocos, su entrega, eficacia y solvencia están siendo el argumento principal de un equipo que está basando su juego en la sobriedad defensiva. A todo ello también habría que sumarle su aportación goleadora, ya que su increíble dominio del juego aéreo en la defensa de área lo ha sabido trasladar al campo contrario en las acciones a balón parado, por lo que ha podido celebrar hasta dos goles hasta ahora. Uno de ellos sirvió para empatar ante el FC Barcelona en San Mamés, y el segundo para hacer lo propio en Mestalla ante el Valencia CF.
Además, está siendo el padrino perfecto de Daniel Vivian, cuyo rendimiento también ha sido sobresaliente, e incluso se habla de que podría haberle quitado el puesto de titular a Yeray.
Está por ver si durante este parón tendrá la oportunidad de recuperar energía. Su excelente estado de forma le ha llevado a ser nuevamente seleccionado por Luis Enrique para la disputa de la fase final de la UEFA Nations League. Por ahora, ante Italia, si que pudo tener la oportunidad de descansar con la selección.
