El equipo de Míchel sumó este sábado la tercera derrota consecutiva por segunda vez en lo que va de temporada
Los ánimos no están precisamente por los aires en Montilivi. Tras cosechar una nueva derrota frente a la SD Huesca, el Girona sigue hundido en lo mas bajo de la clasificación. Ahora mismo se sitúa en el lugar 20 de la tabla, en zona de descenso y solo por delante de Amorebieta y Alcorcón.
Son muchos los problemas que sufre el conjunto catalán a día de hoy. Desde el campo, pasando por la directiva y terminando con algo tan incorpóreo como importante como es el bajo estado anímico y de confianza que viene sufriendo.
Pese a que los resultados no acompañan, en algunos partidos, los números y lo que se ve dentro del campo no han ido de la mano de los resultados finales. En varios partidos el Girona se ha visto con la posesión del balón y tratando de abrir a las defensas rivales sin éxito.
La falta de gol también es algo que hay que tener en cuenta. La posesión de la pelota, sin futbolistas que liquiden en el área, se convierte en algo inútil. En el tema tiene mucho que ver el bajón de nivel que ha sufrido Stuani. Además le debemos sumar las decepciones que están suponiendo los partidos tanto de Bustos como de los pocos que ha podido jugar Pablo Moreno.
Por otra parte, ni Borja García ni Samu Sáiz ni Álex Baena están dando el nivel que se esperaba. También en el centro del campo, jugadores como Aleix García, Kebe o Terrats no están consiguiendo enlazar con los delanteros, quienes en muchos partidos se han quedado prácticamente sin pegarle al balón dentro del área grande.
Una de las pocas buenas noticias para el club la encontramos en la defensa, y es que el jovencísimo Arnau Martínez está cuajando una gran temporada, pese a no estar acompañado en muchos partidos por sus compañeros de zaga, que además de sufrir a las espaldas, están propiciando muchas ocasiones de gol en contra por faltas de concentración.
El cargo de Míchel como míster del Girona pende de un hilo, y para arreglar esta situación tan solo tiene que hacer cambiar los resultados. Esto es algo que parece simple pero que hasta la fecha no ha conseguido, pese a disponer de una gran plantilla. La afición se impacienta y como la cosa no cambie, parece que la directiva también lo va a hacer.