Barcelona y Real Madrid protagonizan El Clásico más sobrio de los últimos años, en situaciones delicadas para ambos
El Clásico está aquí de nuevo. Este domingo 24 de octubre el Camp Nou acogerá la 183ª edición de la eterna rivalidad entre FC Barcelona y Real Madrid. Y será esta vez sin la brillantez y satisfacción que hacía sentir el tan solo escuchar los nombres de dos gigantes del fútbol español europeo y mundial. Por primera vez en década y media, ni Cristiano Ronaldo -fuera del show desde 2018- ni tampoco Lionel Messi serán el objetivo de los focos. Con este Clásico empieza una nueva era, un nuevo ciclo en el que los líderes de cada frente cambian y la magia del partido en sí pasa a otras botas. Unas más nuevas.
Sin estrellas mundiales de primer nivel como las que solían brillar en estas noches, ni tampoco una gran lucha por el liderato o el título en juego, todo se reduce a no perder el orgullo en el partido más visto del mundo.
El Barça, un barco casi hundido
El Barça llega al borde de encallarse en su propia crisis. Con el pase a octavos de final de la UEFA Champions League sin sellar ni encarrilar, y séptimos en la clasificación de LaLiga, pasan su peor momento desde la llegada de Leo Messi a la entidad. Casualidad que coincida con la primera campaña tras su marcha. La continuidad de Ronald Koeman lleva siendo cuestionada meses, y el vestuario no encuentra la unidad total para hacer frente a la papeleta.
Pero de entre las sombras reluce un pequeño diamante de apenas 18 años: Ansu Fati. El español se ha visto obligado a ponerse la capa de líder, superheróico por la película que hay montada en Can Barça, tras superar una lesión de 11 meses de duración. Y poco le ha importado visto lo visto, porque ya ha conseguido en apenas 93 minutos de juego lo que nadie había podido antes en la nueva temporada: levantar a su público del asiento. Es la gran esperanza culé para el domingo, la temporada y una década entera.
Después de ganar en casa por 3-1 al Valencia, y despegar por fin en Liga de Campeones, una victoria contra los blancos sería un enorme subidón de moral. Para los jugadores, directiva, afición, entrenador… En definitiva, para todo el barcelonismo.
El Real Madrid, una ruleta rusa
Por otro lado, el Real Madrid llega en un momento de incertidumbre para el que una victoria sería decisiva. Bajo el mando de Carlo Ancelotti, quien ya sabe lo que es ganar un Clásico, los blancos han demostrado poder ser un martillo pilón en ataque a la vez que una prensa de agua mal sellada en defensa. Empezaron como un tiro en LaLiga, ubicándose líderes sin oposición, pero una serie de tropiezos contra Villarreal y Espanyol -además del sonado asalto al Bernabéu del Sheriff- lo bajaron de la cima.
Pero la exhibición de Kiev cambia la historia y, lo que es más importante, el ánimo madridista. El Real Madrid ganó en Ucrania a su tercer rival de Champions League, el Shakhtar Donetsk, con un contundente 0-5. Benzema volvió a mostrarse ‘inevitable’, con otro espectáculo de magia para el currículum que hay que presentar para llevarse el Balón de Oro. Pero la figura no fue otra que Vinicius Jr. El brasileño anotó un doblete de libro y asistió a Rodrygo, incidiendo directamente en tres de los cinco goles blancos. Y al igual que Ansu Fati, aunque vistiendo la camiseta del otro bando, es la gran esperanza de futuro para los suyos.
Teñido de blanco
En los últimos choques el Real Madrid ha tomado la medida a un equipo que en la pasada década terminó siendo su bestia negra. Hace dos temporadas que los merengues no pierden el partido más mediático del mundo, con un balance de tres victorias y un solo empate. El año pasado logró imponerse en ambas citas (1-3 y 2-1). Curiosamente, la gran racha de victorias del cuadro blanco empezó en el que fue su último partido con público antes de la COVID-19. Aquel 1 de marzo de 2020 Vinicius y Mariano empalaron al Barça en una noche perfecta en el Bernabéu.
Apagón en la constelación
Habrá que acostumbrarse durante unos años a no disfrutar como antes de los mejores futbolistas del panorama mundial en un sólo partido. Karim Benzema, Thibaut Courtois, Luka Modric, Gerard Piqué, Frenkie De Jong, Memphis Depay… siguen siendo nombres de tremenda atracción para el aficionado. Pero lejos quedan los tiempos en los que los mejores jugadores del mundo se juntaban en el césped del Santiago Bernabéu o el Camp Nou.
En su lugar vienen los Fede Valverde, Pedri, Camavinga, Gavi, Militao, Araujo… y como punta de lanza, Vinicius y Ansu Fati. Ellos serán los encargados de sazonar debidamente El Clásico de este domingo y el de las próximas temporadas.
Bajas y posibles onces iniciales
El FC Barcelona tendrá que encarar la cita más determinante de su temporada hasta ahora sin algunas de sus piezas decisivas. Pedri, Araujo y Dembélé no llegarán a entrar en la convocatoria, al igual que Jordi Alba, que aunque pareció estar listo ante el Valencia volvió a sentir molestias en la victoria ante el Dinamo Kiev. El Real Madrid llega con las bajas de Gareth Bale, Luka Jovic y Dani Ceballos. Sin embargo, Ancelotti cuenta con buenas noticias, ya que Dani Carvajal y Ferland Mendy se apuntarán a la convocatoria. También Eden Hazard, que superó in-extremis la lesión que sufrió en la Nations League con su selección.