El extremo zurdo ha recuperado las oportunidades, los minutos, y por ende, el gran rendimiento que le hizo destacar en su anterior cesión en este mismo equipo
La frase hecha de “segundas partes nunca fueron buenas” no se está dando en el caso de Iñigo Vicente. Después de una última temporada en Bilbao en la que apenas gozó de oportunidades (apenas tres partidos en liga, entrando desde el banquillo), el extremo de Derio ha vuelto en forma de cedido a donde fue feliz hace dos temporadas, al CD Mirandés, donde está consiguiendo incluso incrementar las sensaciones que dejó en su primera etapa.
Hasta ahora, ha participado en todos los partidos del equipo y, a excepción de uno, entrando en todos como titular. Respecto al apartado goleador, desde el costado izquierdo del ataque ha conseguido firmar cuatro goles y dos asistencias. Cifras que le hacen ser, junto a su compañero Simón Moreno, el máximo goleador del equipo.
Un profeta en Anduva
Como mencionábamos previamente, esta no es la primera vez que consigue brillar en el Mirandés. De la mano de Andoni Iraola, en la temporada 2019/2020 resultó ser una de las grandes sensaciones de un equipo que alcanzó las semifinales de Copa. En aquella temporada, sus números fueron de tres goles y siete asistencias. Sumando esto a las buenas sensaciones que dejó, parecía claro que su proceso de maduración para volver al primer equipo del Athletic se había completado. Sin embargo, en la pasada temporada no consiguió ganarse la confianza ni de Gaizka Garitano ni de Marcelino García Toral después, quienes siempre vieron a Muniain, Berenguer o incluso a De Marcos y Jon Morcillo por delante suyo.
Una situación dramática y alarmante que le obligó a buscar una salida este verano en busca de reencontrarse con las sensaciones que dejó en Miranda de Ebro. Y qué mejor forma de hacerlo que volviendo a donde brilló y donde la gente siempre lo quiso. Dos años antes, llegó como una promesa. Ahora, lo ha hecho como todo un líder en una plantilla muy joven, y con el peso en el ataque del equipo a sus 23 años.
Por ahora, en apenas once partidos ya ha superado su marca anterior goleadora, y es un hecho que está cumpliendo con las expectativas depositadas en él a su llegada. Desde Anduva confían en que consiga prolongar su gran estado de forma y les ayude a conseguir el objetivo de la permanencia. Asimismo, desde Bilbao continuarán siguiendo sus pasos de cerca, ya que no pierden la esperanza de verle algún día como una pieza más que útil para el primer equipo.
