Este ingeniero británico ha sido capaz de llevar a la cima a 3 equipos diferentes, Williams, McLaren y Red Bull Racing
Inicios y trayectoria
Newey entró en la Fórmula 1 como ingeniero avalado por su experiencia en la ahora conocida como IndyCar. Williams se hizo con sus servicios en el año 1990, y solo dos años le bastaron para alzarse con su primer título de constructores, que revalidó en los dos años siguientes. Sin embargo, durante la temporada 1994 la situación entre Adrian Newey y la escudería británica comenzó a complicarse, hasta que en el año 1997 fue contratado por McLaren.
El McLaren de 1998 (el primero de “la era Newey”) consiguió ganar ambos mundiales y convertir a Mika Häkkinen en la nueva estrella de la Fórmula 1, aunque no le duró mucho. En el año 2000 el Ferrari de Michael Schumacher era imparable, llevando a la escudería italiana a conseguir los diez campeonatos (5 de constructores y 5 de pilotos) entre 2000 y 2004. El hecho de que el McLaren ya no fuera tan competitivo y la mala relación entre Newey y Ron Dennis (director del equipo en aquel momento) llevó al ingeniero a embarcarse en una nueva aventura, Red Bull Racing.
Llegada a Red Bull, la época gloriosa
En 2005 la escudería austriaca acababa de aterrizar en la Fórmula 1, y la contratación del hombre que había conseguido seis de los diez últimos mundiales de constructores, fue considerada como una declaración de intenciones. Adrian Newey tardaría 4 años en dar con la tecla, consiguiendo en 2010 uno de los coches más dominantes de la historia (hasta que llegaron la “era híbrida” y Mercedes en 2014). Sebastian Vettel y Mark Webber lograron ese año 9 victorias, 20 podios y 15 poles, lo que impulsó a la escudería austriaca a conseguir ambos campeonatos. El reinado de Vettel y Red Bull acababa de comenzar.
En el año 2011 el Red Bull fue imbatible (más aún) aumentando su distancia con los demás, ganando 12 de las 19 carreras disputadas y logrando 18 poles de 19 (Solo Hamilton en Corea consiguió arrebatarle una pole a los austriacos). Vettel volvió a ganar el mundial de pilotos y Red Bull el de constructores. Entre tanto, Adrian Newey comenzó a recibir ofertas de escuderías como Ferrari, que buscaban desesperadamente un líder que les hiciera volver a la gloria.
2012 fue, sin duda, el año más complicado para Newey y Red Bull, ya que, tanto Ferrari como McLaren parecían más fuertes en la primera mitad de temporada. De hecho, de las 14 primeras carreras, Vettel solo logró una victoria. El Gran Premio de Singapur fue un punto de inflexión para ellos, y es que desde aquella carrera, Vettel encadenó 4 victorias y 6 podios consecutivos.
Todo se decidió en el GP de Brasil, y es que tanto el alemán como Fernando llegaron con opciones a esa última carrera. Vettel tenía 13 puntos de ventaja, pero el español no se rindió en ningún momento. Finalmente, Vettel acabó ganando ese campeonato por 3 puntos sobre Alonso, que veía como se le volvía a escapar otro mundial.
El año 2013 fue, de nuevo, un paseo para los austriacos, que ganaron el mundial de constructores con más de 200 puntos de ventaja, y el de pilotos con 155 puntos más que Alonso. En esta temporada Vettel batió un récord que, aún hoy, sigue vigente, el de 9 carreras consecutivas ganando. Es en este año cuando Newey comienza a asumir distintos roles en Red Bull de cara a la nueva normativa que llegaba en 2014 (la conocida “era híbrida).
Aquí, el ingeniero británico deja de participar en el desarrollo de los monoplazas centrándose en nuevos proyectos de tecnología y asesoramiento. Newey llevaba varios años planteándose la opción de abandonar la Fórmula 1, pero Red Bull quería contar con él, y la única opción fue darle un rol menos importante y que requisiera de menos dedicación y trabajo con los monoplazas.
Un parón necesario y un futuro incierto
Desde 2014 a 2020 hay poco que contar sobre él, y es que el liderazgo de Mercedes estos 7 años y la imposibilidad de luchar por un título, ha mantenido a Newey más apartado de la Fórmula 1. Sin embargo, en 2021, el pequeño cambio de reglamento que se ha producido y las limitaciones derivadas de la pandemia por Covid-19, ha llevado a Red Bull a ser un serio candidato a ambos títulos.
Max Verstappen es, hoy, el líder del mundial a falta de 5 carreras. El morbo de quitarle a Mercedes el último campeonato de una era híbrida que dominaron desde el principio es el gran aliciente de un final de campeonato apoteósico.
Vista la mano de Newey con los monoplazas y el talento de Max Verstappen, ¿pueden devolver estos a la escudería austriaca a lo más alto con el cambio de 2022?