El jugador brasileño deja dudas en este inicio de temporada por el bajo nivel que ha demostrado hasta el momento
El arranque de temporada de Casemiro ha dejado muchas dudas en la afición madridista. A pesar de sus problemas y bajo nivel, el brasileño sigue siendo un imán para recuperar balones. No obstante, las pérdidas de balón en zonas comprometidas del campo se han convertido en una constante en sus partidos.
Con un estilo de juego más dinámico y veloz, Casemiro parece estar sufriendo cuando le llega el balón. Acostumbrado a un ritmo de partido más pausado con Zidane, el centrocampista brasileño tenía más tiempo para pensar que ahora. Casemiro nunca ha sido un virtuoso con el balón y siempre se ha notado que estaba lejos de Kroos y Modrić. Pese a ello, en la etapa de Zidane lograba cumplir su cometido con el balón.
Pero en la actualidad y bajo las órdenes de Ancelotti, las posesiones son más rápidas y el equipo juega en menos toques. Esto le ha pasado factura a un Casemiro que puede llegar a tener varias pérdidas peligrosas por partido. Ejemplo de ello se vio en Elche, cuando Casemiro intentó jugar de primeras hacia arriba y la jugada acabó en gol del Elche tras su pérdida. En el partido contra el Rayo, el resultado de sus pérdidas no fue tan catastrófico pero sí provocaron inseguridad en la grada.
A su mala suerte y poco acierto con la pelota hay que sumarle el cansancio. El brasileño ha jugado prácticamente todo y apenas ha tenido descanso. Además, al técnico no le terminan de convencer las otras opciones que tiene en el banquillo para suplir a Casemiro. Aunque Casemiro no pasa por su mejor momento, sigue siendo el cerrojo que ha sido siempre, y es inamovible para Ancelotti pese a sus problemas. Sin Casemiro en el campo el equipo se rompe y el técnico lo sabe.
A Camavinga le falta experiencia para jugar de pivote en un equipo que deja tantos espacios atrás. Valverde podría ser una opción de más garantías pero está de baja. La tercera opción, Antonio Blanco parece no terminar de convencer al entrenador italiano. El resultado de este cóctel es que el cansancio y el mal estado de forma van a acabar costando caro al Madrid a no ser que se encuentre una solución.
