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Jon Morcillo no termina de encontrarse

El extremo zurdo rojiblanco no está disfrutando apenas de minutos en los planes de Marcelino en esta temporada

Catorce meses después de su debut con el primer equipo, la realidad actual de Jon Morcillo no se asemeja a la soñada por cualquier jugador. Confirmando la regla no escrita que dicta que las segundas temporadas son más complicadas que las primeras, el atacante rojiblanco está atravesando un difícil inicio de temporada, alejado prácticamente de la competición activa. Hasta ahora, tan solo ha podido disfrutar de 39 minutos repartidos en cinco partidos distintos. Incluso parece estar por detrás de los dos Nicos en la rotación. Algo difícil de creer retrocediendo un año en el tiempo, cuando el de Zornotza era la gran sensación de un equipo dirigido por Gaizka Garitano que en muchas ocasiones resumió sus opciones ofensivas a las arrancadas del rookie por banda izquierda.

No baja los brazos

Esta situación, sin embargo, no le ha hecho bajar los brazos. Apoyado por su entorno más cercano, Morcillo continúa entrenando a la perfección, y su estado de forma físico es óptimo. Además, confía en su entrenador Marcelino. Mientras a otros como Iñigo Vicente o Córdoba les abrió la puerta de salida, le prometió que contaría con minutos. Promesa a la que se agarra férreamente en su objetivo de consagrarse en el primer equipo bilbaíno, y por la que ha descartado la posibilidad de salir cedido en el mercado invernal.

Fuente: marca.com

De la mano de Gaizka Garitano, el pasado curso consiguió consumar su debut con el Athletic después de brillar anteriormente en el filial. Su potencia física y su gran capacidad para el centro dotaron al equipo de un aire fresco que le llevó a ser de lo más destacado de los leones hasta el final del 2020. Meses después, cerró la temporada con 39 partidos oficiales disputados entre todas las competiciones, dos goles y una Supercopa de España bajo el brazo. A sus 23 años, ahora deberá armarse de paciencia y continuar en su línea de entrenamientos a la espera de la oportunidad de Marcelino que le haga replantearse su rol en el equipo.

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