Tanto Ivan Rakitic como Lucas Ocampos han dado un paso al frente y se han consagrado como claves para Lopetegui
Las vueltas que da el fútbol. A principios de temporada se comentaba que había cierta preocupación por el nivel de dos jugadores que, al 100%, son puntales para el entrenador. Rakitic, desde que llegara el verano pasado con la misión de llevar la batuta del equipo, no había mostrado el nivel que está mostrando ahora. Lo mismo con Ocampos. El subidón de ambos en las últimas jornadas no es casualidad, y es que se está demostrando que era un problema más táctico que técnico.
Rakitic cerca del área
El cambio de Lopetegui al 4-2-3-1 que en un principio estaba ideado para potenciar al Papu ha acabado siendo la solución al rendimiento del croata. El mejor Rakitic es el que llega, el que es la consecuencia y no la causa. A sus 33 años, un despliegue físico como el que hacía como interior la impedía brillar en los metros finales. Tampoco es ese jugador capaz de organizar los ataques del equipo.
Escoltado por el omnipresente Fernando y por los equilibristas Jordán o Delaney, Rakitic puede finalizar, puede caer a banda, puede tener el balón en zonas próximas al área rival y no a 40 metros. Y ahí, el ex del Barça es diferencial. Los números están ahí: goles importantes como el que sirvió para sumar un punto al Alavés ó asistencias medidas como la que le puso a Jordán para seguir vivos en Champions. Además de ser un líder en el vestuario por motivos obvios, Lopetegui está consiguiendo que se justifique porqué se apostó por la vuelta del hijo pródigo.
Ocampos en derecha
El caso de Ocampos es parecido. Cuando llegó a Nervión fue, quizás, uno de los tres mejores jugadores de toda la plantilla. Hasta 17 goles anotó en su primera temporada. Cuando jugaba en banda derecha. Fue llegar Suso, desplazar al argentino a banda cambiada y su rendimiento bajó. La desesperación, la inquietud, la avaricia y la ansiedad traspasaba el cuerpo de un Ocampos que pasaba por una mala racha. Más leña al fuego fue el recado de Djené, lesión de la que el mismo Lucas ha declarado “seguir molestándole”.
La lesión de Suso en las últimas jornadas ha hecho que Lopetegui opte por el ex del Marsella formando tándem con Montiel, y los números vuelven a dejar en evidencia que el ‘purasangre’ juegue en el costado zurdo: cuatro goles y una asistencia en los últimos seis encuentros. Y lo mejor de todo es que ha vuelto ese Ocampos agresivo, que castiga al lateral, que tiene mordiente y colmillo.
El pobre rendimiento del Sevilla en el inicio de la campaña puede explicarse, en parte, porque dos de los jugadores básicos estaban en un momento muy bajo futbolísticamente.
