El Sevilla se ha interesado en la cesión de Martial para enero y el jugador ve con buenos ojos la opción de recalar en Nervión
El Sevilla está siendo sometido a un castigo en forma de lesiones que está pasando de castaño a oscuro. Lopetegui contó en el partido de ayer contra el Barça con tan solo 16 profesionales, jugando con un mediocentro de central y dos centrales como laterales. Aún así, el mes de diciembre del equipo ha sido muy positivo en Liga. Las ausencias de Navas, Suso, Lamela, En-Nesyri, Montiel, Acuña y Óliver en un periodo clave de la temporada no han impedido que el Sevilla sea el único equipo que le siga el pulso al Real Madrid. A principios de 2.022, el recién recuperado Youssef, Munir y Bono partirán a Camerún para disputar la Copa África, por lo que la parcela ofensiva quedará todavía más desalojada. Para remediarlo, Monchi tiene apuntado en rojo el nombre de Anthony Martial.
Opción difícil económicamente
El atacante francés tiene un caché de jugador top y, por ende, un contrato y una valoración como tal. Martial tan solo llegaría al Sevilla en forma de cesión, con o sin opción de compra. Su sueldo de 13,5 millones de euros es el principal escollo, ya que el límite salarial de la plantilla quedó justo en verano. El Manchester United debería pagar parte de la ficha del jugador.
Deportivamente viable
Según informó Sky Sports en el día de ayer, Martial interpone la opción de jugar en el Sánchez-Pizjuán a recalar en el Barcelona, la Juventus o el Newcastle. Rangnick, nuevo entrenador de los Red Devils, tiene una charla pendiente con el ex del Mónaco para comunicarle el rol que le tiene planeado. Si no le convence, el Manchester United no tendría problema en cederlo.
Anthony Martial solucionaría, a priori, varios problemas con los que cuenta el Sevilla en el último tercio del campo. Primeramente, es versátil y puede desenvolverse tanto en punta como en cualquiera de las dos bandas, algo que viendo el percal es clave. Por otro lado, no se puede obviar el nivel del jugador. Nunca ha acabado de asentarse en un United que pagó casi 80 millones por él en 2015, año en el que ganó el Golden Boy.
Es rápido, fuerte y tiene mucho olfato de gol. Su techo se preveía bastante más alto de lo que está ofreciendo, pero aún tiene 26 años y, de aterrizar en Nervión, podría recuperar el nivel que le situaba en el primer escaparate del fútbol europeo. En ello, el club rojiblanco es especialista. Casos como el de Jovetic, Nasri a tramos o Lamela son prueba de ello.