La Supercopa de España ha dejado claro el sistema al que Ancelotti tiene más afecto, a pesar de que para los dos partidos los esquemas fueron distintos
Las pizarras de los grandes técnicos padecen grandes transformaciones que tan solo el propio entrenador es capaz de entender. Son esas variaciones las que con el paso del tiempo diferenciaran a los grandes pensantes del futbol de los mediocres. El técnico del Real Madrid se ha ganado a la fuerza formar parte del primer grupo.
Ganador de la Supercopa de España
Ancelotti mostró en las semifinales de la Supercopa de España, frente a su máximo rival, el Fútbol Club Barcelona, un esquema basado en el contraataque. El mismo entrenador reconoció en rueda de prensa que su idea era ceder la posesión al rival para salir al contraataque. El planteamiento resultó efectivo.
Para la final, en cambio, enfrentándose al Athletic Club de Marcelino, entrenador que siempre ha mostrado pasión por el juego físico y la velocidad ofensiva, el esquema del italiano cambió y optó por controlar el balón. El sistema también resultó efectivo, y es así como el Real Madrid levantó el título.
A pesar de que la primera etapa del técnico transalpino en el Real Madrid diera muestras de afección hacia el contraataque, en esta segunda parece variar el esquema según el rival que tenga en frente. En Diario UF hemos querido investigar dónde Ancelotti paso del contrataque de 2013 a la posesión de 2022.
La pizarra de Ancelotti: El contraataque
La figura de Ancelotti, apoyado en la verticalidad, se empezaba a consolidar tras su paso por Milán, donde ganaría 8 títulos. Su paso por Chelsea, a pesar de dejar tres títulos nuevos en sus vitrinas, dejó ver carencias en un sistema que aún tenía que pulir.
La pizarra del técnico empezará su historia de amor con el contraataque en su estancia en París. De la mano de grandes jugadores como Ibrahimovic y Beckham, la pizarra del técnico italiano se apasionaba por el juego vertical. Su llegada al Real Madrid en 2013, heredando el legado de Mourinho, pondría inicio a la campaña y al esquema con el que el Madrid ganaría su décima Champions, dejando jugadas ofensivas que el madridismo y el aficionado neutral aun guarda en la retina.
La pizarra de Ancelotti: La posesión
Su llegada al banquillo bávaro cambió por completo la pizarra del italiano. Empezaría a adoptar un carácter más posicional, o como dirían las grandes mentes, Cruyffista. Si bien es cierto que en el Real Madrid llegaba tras el polémico paso de Mourinho, al Bayern llegaba con el antagonista del portugués, Pep Guardiola, lo que le obligaba a adaptar su juego a un sistema ya consolidado por el catalán. Un Bayern con las bases de un juego que daba resultados, un sistema basado en el 4-3-3 que centraba sus fuerzas en la basculación de centrocampistas.
Habiéndose nutrido de un sistema de posesión y habiendo aprendido a compaginarlo con el contrataque, Ancelotti puso rumbo a Nápoles, donde Sarri le dejaba un hueco que costaría suplir. Con un sistema basado en la posesión y el juego pausado, el Nápoles daba la bienvenida al técnico que en poco tiempo pondría patas arriba los sistemas que se habían concebido en sus instalaciones. El Nápoles pasaba de la horizontalidad consagrada con Sarri a la verticalidad de Ancelotti.
La pizarra de Ancelotti: La alternancia del sistema
Su paso por Inglaterra se podría decir que fue la cúspide de las variaciones de Ancelotti. Se enfrentaba a una liga donde primaban las transiciones y donde sus mayores rivales se multiplicaban por cinco en comparación a las anteriores campañas. Por primera vez, Ancelotti no podía definir un sistema de juego claro. Era imposible para el técnico clarificar o cimentar las bases con las que quería que el Everton jugase. La variedad de sistemas en la premier y la múltiple calidad individual que albergaban sus rivales le obligaba a plantear un esquema distinto en cada partido, incluyendo la posibilidad de jugar con tres centrales.
Tras poner fin a su etapa en Everton, Ancelotti iniciaba su vuelta al Real Madrid, de nuevo, cogiendo el legado de uno de los grandes, en este caso, Zinedine Zidane, el cual fue su segundo en su primera etapa. En este nuevo Madrid, Ancelotti iniciaba su campaña mostrando la alternancia entre la posesión y el contrataque. Respaldado por el clásico 4-3-3 y apoyado en la calidad individual de jugadores como Modric, Benzema y Vinícius, el Real Madrid se sitúa en la primera posición de LaLiga, en octavos de Champions y Copa del Rey, y finalmente, como ganador de la Supercopa de España.
Uno de los grandes
Trazando en su pizarra las jugadas más ofensivas del Madrid de 2013, adaptándose a la herencia táctica de Guardiola y alternando ambos esquemas en su segunda etapa en el Madrid, Carlo Ancelotti, se convierte en uno de los entrenadores más laureados de la década, y por ende, en una de las grandes mentes del fútbol moderno.