Tres años después de la batalla que se desató en Mestalla, Bordalás recupera la alegría que el propio Valencia le arrebató
El 30 de enero de 2019, Bordalás se despedía de la que hoy es su casa en un tenso ambiente cargado de insultos, «escupitajos» y agresividad. El técnico alicantino se mete en las semifinales de Copa del Rey, que tres años atrás, el mismo Mestalla le arrebató.
Esa noche será inolvidable para los «chés», pero también para el entrenador. El Valencia consiguió remontar la eliminatoria en el descuento y dejó al Getafe hundido. Tiempo después, lo que un día Mestalla le arrebató, tres años después se lo devolvió.
Parece mentira que el Valencia se haya metido en unas semifinales con Bordalás en el banquillo. Pero la realidad es esta. Mestalla volvió a ser una caldera que alentó a sus futbolistas durante todo el partido.
La situación de Bordalás en lo extradeportivo no tiene nada que ver con la deportiva. El Valencia se ha clasificado a una nueva semifinal de copa y ha recuperado la identidad que caracteriza al conjunto valenciano.
Su futuro en el aire
El entrenador se mostró muy decepcionado con el trabajo de la directiva en este mercado invernal. Su deseo de contar con un pivote no se ha podido cumplir, señalando a los dirigentes del club como los culpables de no cumplir con sus peticiones.
En rueda de prensa, Bordalás aseguró que su futuro está en el aire debido a la distancia que existe con respecto a la directiva. Sin embargo, el pase a semifinales de copa del Valencia, hará que el valencianismo crea más aun en él.
Por el momento, Bordalás recupera la alegría y Valencia y Rayo Vallecano ya esperan los rivales que faltan por meterse en las semifinales. El valencianismo necesitaba una noche mágica que les permita volver a soñar con un título.