Vuelve a caer el Málaga CF en La Rosaleda. El descenso está a seis puntos y la afición mostró su malestar con una pitada monumental
La tarde ya empezó mal, la grada de animación del Málaga organiza un recibimiento al equipo a la llegada del equipo al estadio y en vez de llegar en autocar, los jugadores llegan cada uno en su vehículo personal, un desastre que personifica la temporada del Málaga a la perfección.
A esto le sumas las quejas del malaguismo por el estado de los asientos del estadio debido a la calima que ha atizado toda la provincia durante la semana.
El conjunto blanquiazul está metido en un gran lío, no para de defraudar a su parroquia que no falla, ya sea en la Rosaleda o lejos de la ciudad costasoleña, pero su equipo sigue sin reaccionar. Natxo no ha sido capaz de darle la vuelta a la situación.
El guion de cada partido es el mismo, la primera parte del Málaga no fue mala. Durante los primeros minutos hubo ese tanteo, sin ningún acercamiento a portería y viendo quien se hacía con el control de la posesión.
A partir de ahí fue el Málaga el que creció en el partido con un Febas que es de los pocos (o el único) que se salva, siendo el creador de todo el juego ofensivo el Málaga. Pero que este equipo tiene escasez de cara a puerta no es algo nuevo, y esto se volvió a repetir hoy.
Cuando las dinámicas son malas, no hay suerte hasta con las lesiones, hoy le toco a Jairo. Que fue sustituido por Hicham, el marroquí dejó destellos de su calidad y la profundidad que puede aportar a esa banda derecha. Escassi y Roberto las tuvieron para poder permitir al Málaga irse con un resultado positivo al descanso.
Un error que cambió todo
Cuando mucha gente se acomodaba en su asiento para disfrutar de la segunda mitad, Dani Barrio cometería un error que aprovecharía Dani Escriche para asistir a Marc Mateu que pondría el 0-1 en el marcador.
El Málaga no salió al campo en la segunda mitad del partido, tras el primer gol fue un asedio de los oscenses a la portería de Dani Barrio. De hecho, a los diez minutos Seoane haría el 0-2.
Algo mejoraría la cosa con la entrada de Antoñín y Brandon, aun así se veía más cerca el 0-3 que el 1-2. El Huesca con más espacios creo aún más peligro a un Málaga KO, que suma 4 meses sin ganar en su estadio. Al acabar el partido, la pitada fue monumental.
¿Qué le queda al Málaga?
El calendario asusta y más viendo como el equipo es incapaz de sacar los partidos adelante, sin un líder en el barco y viendo como el Sanse tiene una ambición y unas ganas por mantener la categoría que este equipo no muestra desde hace meses.
El próximo partido será en Montilivi, el Málaga se enfrentará el viernes 1 de abril a las 21:00 h al Girona CF. Un equipo en buena dinámica, asentado en los puestos de play-off y que quiere llegar vivo hasta el final por los puestos de ascenso directo.
Luego recibirá al Real Valladolid el 9 de abril a las 18:15 h. El conjunto pucelano está completamente inmerso en la pelea por el ascenso directo a LaLiga Santander.
Tras estos dos encuentros tan solo quedarán 7 jornadas: Leganés, Las Palmas, Real Oviedo, Tenerife, Burgos y Lugo. No sería nada descabellado jugarse la vida la última jornada en Lugo.