El delantero del Athletic Club marcó su primer gol de la temporada frente al Elche CF quitándose un enorme peso de encima
El gol, aquel bien preciado que te puede dar una victoria, pero que además te puede aportar mucho más que eso. Para Asier Villalibre, el del Elche significa mucho más que su debut como goleador en esta temporada. El ariete de Gernika está teniendo una temporada complicada, las lesiones le han mantenido alejado de los terrenos de juego. Los problemas musculares no le han dejado coger el ritmo necesario. Además, se ha encontrado en una situación en la que no estaba contando con demasiadas oportunidades por parte de Marcelino. Sin embargo, el tanto ante los franjiverdes podría ser un punto de inflexión para el delantero vasco.
Villalibre podría ser un refuerzo de lujo de cara al final de temporada de los rojiblancos. Y es que la falta de gol está siendo el principal lastre de los bilbaínos esta campaña. Es por eso que un Búfalo motivado y repleto de confianza podría ser clave para los de Marcelino en su carrera por Europa. A pesar de que Sancet e Iñaki Williams son los que parecen contar con la confianza del entrenador, las condiciones de Villalibre podrían ser claves en algunas fases del partido. El ariete de Gernika cuenta con unas condiciones de delantero rematador nato. Destaca por su testarazo, su potencia, su salto y sus desmarques en la parcela ofensiva.
A merced de esta potencia llegó su gol ante el Elche. Raúl García recibió en tres cuartos de campo para dejar de tacón a Villalibre. De forma audaz, el gernikarra volvería a apoyarse en el navarro para correr a la espalda de la defensa. El veterano jugador del Athletic pondría un balón al espacio. Allí se encontrarían Diego González y el propio Villalibre para pugnar por el balón. El ariete se llevaría la victoria gracias a sus condiciones físicas y su potencia. Después, delante de Edgar Badía y prácticamente sin ángulo sacaría un derechazo para batir al guardameta franjiverde.
En la celebración se podría observar perfectamente lo que significó este tanto para Villalibre. Después de una dedicatoria a la cámara, gran parte de sus compañeros acudirían para felicitar al delantero. En especial Raúl García, quien es uno de los líderes de este vestuario. El navarro hizo merced de este rol de líder, abrazando cariñosamente al ariete agarrando su cabeza. Se pudo ver a Villalibre especialmente emocionado, quien dejó claro que con este tanto se quitaba un enorme peso de encima y conseguía recargar su motivación para este final de temporada. Además, este es el primer gol que el delantero celebra en un San Mamés con público después de marcar algunos en la época de confinamiento y restricciones.