El galés volvió a jugar en el feudo madridista poco más de dos años después en un entorno hostil, siendo recibido con pitos
La victoria del Real Madrid ante el Getafe en la jornada 31 ha dejado una imagen poco habitual en los últimos años. Gareth Bale ha vuelto a vestir la camiseta del Real Madrid en el Santiago Bernabéu y el recibimiento de la afición fue una sonora pitada.
Más de 773 días después Bale volvió a pisar el Santiago Bernabéu. La última vez que lo hizo el equipo perdió contra el Manchester City. Esta vez, el Madrid ganó para mantenerse líder pero Bale fue abucheado. El galés ingresó al campo con el conjunto blanco ganando, sustituyendo a un Benzema aclamado en el minuto 74.
La respuesta de la grada a su entrada al terreno de juego fue el veredicto de un juicio que se ha ido retrasando durante toda la temporada. Desde su regreso tras su cesión en el Tottenham, Bale apenas había jugado siete partidos, todos fuera de casa. Y aunque ya le habían caído pitadas antes de su cesión, se recuerdan pocas como esta.
La reacción de Bale tras la pitada fue la de reírse, mostrando un nuevo desplante a la afición, al club y escudo que representa. Por mucho que sus compañeros y entrenador quieran defenderlo porque es lo que les toca hacer, la grada ya está harta. Los malos gestos a sus compañeros y su conducta poco profesional han cansado a la afición más exigente del mundo.
El hecho de no adaptarse a la vida en Madrid, no aprender el idioma y ser distante en el vestuario hicieron que se aislara en el campo y bajara su rendimiento. Su gran rendimiento en sus primeras temporadas ha quedado manchado por su mala actitud y falta de respeto al club.
La bandera de “Gales, Golf, Madrid” sigue en la retina del aficionado, al igual que los malos gestos en el banquillo. Hay que sumar también sus escapadas para jugar al golf cuando el equipo está jugando o el hecho de irse antes de que acabe el partido cuando no va convocado.
Además, hay que añadir que a pesar de tener continuas lesiones, milagrosamente siempre está disponible para jugar con su selección. Por todo esto y su actitud desganada en el terreno de juego, el Santiago Bernabéu ha dictado la sentencia de Gareth Bale. Un jugador que podría haber sido una leyenda del club por sus importantes goles, se irá al final de temporada siendo uno de los más criticados.