Tras su victoria ante el Villarreal, el ‘Glorioso’ sueña con una permanencia que se pone a solo cuatro puntos
Lo decía Julio Velázquez horas antes de vérselas con el Villarreal: “Nos tenemos que comer la hierba”. Y es que el Deportivo Alavés se jugaba en la mañana de este sábado ante su gente, prácticamente todo, y eso se acabó notando en el césped. Respondiendo a la actitud que el propio Velázquez exigía a sus jugadores en rueda de prensa, el conjunto albiazul venció con más corazón que no buen fútbol a un submarino amarillo al que a pesar de las rotaciones le pasó factura la Champions.
Un calendario hecho a medida
Claro está que en Primera División ningún equipo te pone las cosas fáciles, pero también que si el Deportivo Alavés hubiera podido escoger contra quien jugar sus últimas cuatro jornadas, seguramente los rivales que le esperan hubieran estado entre su elección.
De los 12 puntos que le quedan a los babazorros por disputar, los 6 primeros se los van a jugar con dos equipos virtualmente salvados, y que, por lo tanto, y como se dice ‘no se jugarán nada’, como son Celta y Espanyol, el primero de ellos en Vigo y el segundo en Vitoria. Pasadas estas dos jornadas, el Alavés podría ser matemáticamente equipo de LaLiga Smartbank, pero de lo contrario si los resultados acompañan podría también tener la permanencia en su mano.
Cuando se dice en su mano, se habla de que va a jugar sus dos últimos partidos con dos equipos luchando exactamente por lo mismo, la permanencia, y es que el que salga vencedor de esos dos duelos va a tener muchas más papeletas que los demás de mantener la categoría. En la primera de estas dos últimas jornadas, el Alavés visitará al Levante en el Ciutat, actual colista, y una semana más tarde, echará el telón a la temporada ante el Cádiz en Mendizorroza, en la última bala para ambos por la salvación.