Con la temporada prácticamente terminada, los dirigentes del Sevilla se sentarán para evaluar la situación de Julen Lopetegui
Ha sido una temporada muy rara en Nervión. Una primera vuelta casi perfecta ilusionó a la afición con la posibilidad real de hacerse con el título liguero, pero todo se cayó en la segunda mitad de la campaña. No solo en liga, pues el Sevilla fue eliminado en Copa por el Betis y cayó en primera fase de la Champions, siendo eliminado posteriormente por el West Ham en la Europa League. El mismo Lopetegui se declara máximo responsable del bajón del equipo en el último tramo. Ahora, con el objetivo cumplido de entrar en la Copa de Europa pero con la sensación de que se podía haber hecho más, se evaluará la situación del entrenador vasco.
División en la afición
Lopetegui cuenta con gran parte de la hinchada rojiblanca en contra. El juego que propone el exseleccionador aburre y desde la afición se piensa que hay plantilla para ser más dominante, más vistoso y ambicioso. La realidad es que el Sevilla es un equipo muy sólido defensivamente, no en vano Bono es el zamora de la Liga, pero paga un precio alto por ello: no ser vertical y no tener amarrado ningún partido. Siempre con resultados cortos, puede pasar como ha pasado en la segunda vuelta: sólo cinco victorias en 19 partidos ligueros. A favor de Julen hay que tener en cuenta lo castigadísimo que ha sido el equipo por las lesiones. Nunca se había visto algo así en el Pizjuán en cuanto a jugadores no disponibles se refiere.
Por otro lado están los que se ciñen a los datos y estadísticas. Los números dicen que Lopetegui es el mejor entrenador de la historia del Sevilla. Con él, el Sevilla tiene la mayor racha de imbatibilidad de la historia del club, además de conseguir tres años seguidos la entrada vía liga para la Champions League. No se discute a Julen en cuanto a rendimiento, pues los datos no mienten y el Sevilla ha encontrado en él la estabilidad y regularidad que antes no tenía.
Su futuro
La sensación desde fuera es que el proyecto está desgastado y puede ser el momento de un cambio, pero es igual de difícil no criticar el juego de Lopetegui como buscarle un sustituto a su altura. Los altos cargos le han defendido públicamente ciñéndose a que le restan dos años de contrato. También los jugadores han mostrado su apoyo.
Todo apunta a que la era Lopetegui tendrá, como mínimo, un cuarto capítulo dada la confianza que hay depositada en él desde dentro. Al vasco le espera un verano de cambios en la plantilla, por lo que quizá también modifique el estilo de juego de cara a mostrar la superioridad que no ha mostrado esta temporada.