El piloto mexicano se puso líder en la salida y mantuvo la primera posición hasta el final aguantando detrás a Leclerc
Checo Pérez se llevó la victoria en Singapur en una carrera plagada de abandonos. Tanto fue así que la prueba acabó por límite de tiempo y no por número de vueltas. La pista mojada complicó mucho las cosas en Marina Bay y los toques, accidentes y fallos mecánicos fueron una constante. Completaron el podio Leclerc y Sainz. Verstappen, por su parte, tuvo una carrera para olvidar y acabó séptimo, aplazando el alirón una carrera más y desaprovechando el primero de los tantos matchball que va a tener. Fernando Alonso también tuvo su parte de mala suerte, una vez más. Rodaba sexto y abandonó por problemas de fiabilidad en una carrera en la que podía haber sacado muchos puntos e, incluso, optar a un podio aprovechándose de los errores de los pilotos de delante.
La aceleración de Leclerc en la salida dejó mucho que desear y perdió la posición con Checo nada más arrancar. Por detrás, Verstappen también salió muy mal y perdió más posiciones aún. Tuvo sus más y sus menos con Magnussen en la primera vuelta hasta que logró pasar al Haas. Vaya dos se fueron a juntar. La pista mojada y el trazado fueron dos obstáculos importantes para el neerlandés, que iba recuperando puestos a duras penas entre los muros de Marina Bay.
Toda la ventaja que habían sacado Checo y Leclerc se vio arruinada con la entrada del safety car en la vuelta 8. Latifi y Zhou se tocaron en la curva 4, provocando un virtual que se transformó en un coche de seguridad. Ambos abandonaron. La carrera se relanzó y de nuevo los dos líderes se escaparon. Por su parte, Verstappen siguió ganando puestos hasta que llegó a la altura de un hueso duro de roer. Adelantar a Fernando Alonso en Singapur no es una tarea fácil para absolutamente nadie. El asturiano iba haciendo sus trazadas normales sin cometer un solo error a pesar de tener al campeón del mundo pegado a su difusor. Verstappen no era capaz.
La exhibición de Fernando terminó antes de tiempo por culpa de un nuevo fallo mecánico en el Alpine que le dejó fuera de combate. Alonso estaba haciendo una carrera número 350 fantástica, pero la suerte volvió a darle la espalda. Este incidente provocó un nuevo virtual safety car que Russell aprovechó para ser el primer valiente en poner slicks. Puso medios e hizo su sesión de drift correspondiente. Albon también chocó contra el muro y dejó clavado el alerón delantero en las protecciones, provocando un nuevo virtual. El festival continuó con Ocon, el otro Alpine, que también abandonó por problemas de motor y provocó un virtual más.
Hamilton también probó el muro de Singapur. Presionando a Carlos, se fue recto contra la barrera y descolgó su alerón. Se reincorporó justo delante de Verstappen e hizo perder mucho más tiempo al neerlandés. Tras esto, todos empezaron a poner slicks hasta que Tsunoda se fue contra las protecciones. Uno más. Los únicos que seguían con intermedios eran los McLaren, a los que le vino de perlas el safety car que provocó el japonés.
Tras retirarse el safety, Verstappen intentó tirarle el coche a Norris pero se fue recto hacia la escapatoria. El plano en el neumático fue enorme y tuvo que parar en boxes a cambiar gomas. Salió duodécimo a falta de media hora para terminar una carrera muy difícil para él. La batalla por la victoria siguió siendo monopolio de Leclerc y Checo. Sin embargo, Checo logró alejarse a más de un segundo y el monegasco no le pudo seguir el ritmo sin DRS.