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Se avecinan cambios en el BAXI Manresa

El conjunto del Bages está buscando soluciones en el mercado para remediar su mal inicio de temporada

La temporada pasada el BAXI Manresa fue sin duda el equipo revelación de la Liga Endesa. El conjunto catalán acabó séptimo, con un balance de 20 victorias y 14 derrotas, pese a contar con el presupuesto más bajo de la categoría, y se clasificó para los playoffs, donde fue eliminado por el Real Madrid. Además, consiguió clasificarse para la Copa del Rey, 18 años después de su última participación, y un subcampeonato en la Basketball Champions League de la FIBA, tras caer en la final ante un excelso Lenovo Tenerife.

El BAXI Manresa consiguió el segundo puesto en la BCL. Foto: FIBA

Pese a conseguir renovar a su entrenador, Pedro Martínez, el club no pudo retener a la mayoría de sus mejores jugadores: Chima Moneke (Sacramento Kings), Ismael Bako (Virtus Bolonia), Sylvain Francsico (Peristeri), Luke Maye (Covirán Granada), Yankuba Sima (Reyer Venezia) y Joe Thomasson (Zenit San Petesburgo) abandonaron Manresa. A todas estas bajas se le sumó la retirada de todo un mito: Rafa Martínez.

Los cambios en el equipo vinieron, además, acompañados por un cambio en la presidencia: Josep Sáez, líder del proyecto que asumió el cargo cuando el equipo estaba en la LEB, le cedía su lugar a Jordi Serracanta. Tocaba verano de reconstrucción. Otro más.

Caras nuevas

Después de todas las bajas, empezaron a llegar las novedades. Solo 5 jugadores tenían contrato para la presente temporada: Dani Pérez, Dani García, Guillem Jou, Elias Valtonen y Marcis Steinbergs. A estos, se les sumó la continuidad, en forma de renovación, de Juampi Vaulet y Brancou Badio, dos jugadores llegados a mitad de la temporada 2021-2022.

Empezaron, entonces, los fichajes. Llegaron 6 incorporaciones: Giordano Bortolani (cedido por Armani Milán), Jerrick Harding (ERA Nymburk), Marcus Lee (Yalovaspor BK), Justin Hamilton (Beijing Ducks), Tyson Pérez y Babatunde Olumuyiwa (Morabanc Andorra). Se configuró una plantilla de 13 juagdores para afrontar con garantías las 2 competiciones que el conjunto manresano disputa: la Liga Endesa y la BCL.

Jerrcik Harding, uno de los fichajes del BAXI Manresa. Foto: Bàsquet Manresa

Como suele ser costumbre en el Manresa, por las limitadas capacidades económicas, se apostó por jugadores sin experiencia previa en España, como Harding, que venía de la liga de la República Checa; Lee, de la liga turca; o Bortolani, de la liga italiana. Sin embargo, el club consiguió incorporar a 3 jugadores con experiencia previa en la liga nacional. Una auténtica rara avis. Aprovechando el descenso del Morabanc Andorra, se fichó a dos de sus jugadores: ‘Tunde’ Olumuyiwa, por 2 temporadas, y Tyson Pérez, cedido. Además, se realizó un esfuerzo para traer a Justin Hamilton, que había coincidido con Pedro Martínez en el Valencia Basket en la temporada 2015-2016, cuando fue elegido como integrante del mejor quinteto de la Liga Endesa. El BAXI tuvo que pagar alrededor de 60.000 euros al club valenciano, que poseía los derechos del jugador en España.

Un inicio de temporada problemático

El Manresa empezó la temporada oficial con la disputa de la Liga Catalana, donde cayó en semifinales ante el Joventut de Badalona, con recado incluido de Pedro Martínez a uno de sus jugadores. En los dos primeros partidos de liga cosechó una derrota, en casa ante Lenovo Tenerife, y una victoria, en Granada. Nada fuera de lo normal.

No obstante, la sorpresa saltó a principios de octubre. Después de perder en el campo del Betis en la tercera jornada de liga, el Manresa anunció que Justin Hamilton era baja para el partido europeo que les enfrentaba al VEF Riga. El club alegó que la baja se debía a motivos personales, pero cuando el río suena, agua lleva.

Justin Hamilton, en un partido con el BAXI Manresa. Foto: Bàsquet Manresa

A Hamilton, el fichaje estrella del equipo, se le notaba raro en la pista. Después de 5 temporadas en China, parecía que le estaba costando volver a adaptarse al baloncesto europeo, pero había muchas esperanzas puestas en él. El Manresa ganó al Riga y Pedro Martínez explicó en rueda de prensa que no esperaba contar con Hamilton en los siguientes partidos. Días después, el club hizo oficial su desvinculación. Según explicó el propio Martínez, el estadounidense había pedido salir porque deseaba volver a su país y retirarse del baloncesto profesional. Un mazazo tremendo. El Manresa se encontraba en una gran encrucijada.

Sin Justin Hamilton, el jugador mejor pagado de la plantilla y la referencia interior; ni Babatunde Olumuyiwa, de baja por una fascitis plantar; y con un Tyson Pérez mermado, el Manresa se quedó con muy pocas opciones para los interiores. Se apostó por mover a Juampi Vaulet a la posición de ala-pívot y rotar con Marcis Steinbergs y Marcus Lee en el 5. Soluciones provisionales mientras se buscaba un sustituto de garantías para Hamilton.

Temporeros para sacudir la dinámica

A la espera de la llegada del ansiado interior, el club anunció el fichaje del alero Adam Waczyński. La conversión exprés de Vaulet al 4, la baja forma de Valtonen, lastrado por unos problemas personales, y las lesiones de Guillem Jou obligaron a Musa Sagnia, un joven vinculado de tan solo 19 años, a asumir un excesivo protagonismo. El gambiano respondió muy por encima de las expectativas, pero Pedro Martínez reclamó refuerzos. Y llegó Waczyński.

El polaco es un jugador con mucha experiencia en la Liga Endesa, donde ha jugado las últimas 8 temporadas: 2 con Obradoiro, 5 con Unicaja y 1, la pasada, con Zaragoza. Firmó por 1 mes, pero no se descarta que el acuerdo sea prorrogable a lo que resta de campaña.

Preocupación extrema tras la última derrota

A día de hoy, las oficinas del club echan humo. El Manresa perdió su último partido de liga en casa ante el Río Breogán por una diferencia de 36 puntos (70-106) y ocupa el penúltimo lugar en la clasificación, con un balance de 1 victoria y 5 derrotas. Es cierto que en la BCL el equipo es primero de su grupo, con 3 victorias y ninguna derrota, pero las sensaciones son malas. Tal es el nivel de preocupación en el club, que se prevén cambios muy significativos.

La intención, según se comenta por el Bages, es aprovechar el parón de la próxima ventana FIBA, entre el 10 y el 14 de noviembre, para dar un ‘cambio de look’ al equipo. Según el periodista Gerard Solé, el primero en salir será Marcus Lee, muy cuestionado desde su llegada y sentenciado por su última actuación ante el Breogán. Su marcha liberaría una plaza de extracomunitario y permitiría al Manresa tener más margen de maniobra para incorporar jugadores.

Aun así, Lee podría no ser el único en salir, ya que también están buscando un base y habría que hacer espacio para los nuevos jugadores. Sea como sea, el BAXI Manresa debe moverse rápido si quiere salir cuanto antes de la zona de descenso y conseguir un poco de tranquilidad.

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