El Sevilla ha oficializado la vuelta, cedido y sin opción de compra, del canterano, qué puso rumbo a Inglaterra hace año y medio
Monchi ha acelerado en la recta final del mercado invernal. Consciente de los evidentes problemas de la plantilla, ha hecho los deberes -aunque tarde- para intentar mejorar la temporada del club. También para darle a Sampaoli los mimbres que le prometió al contratarle. Precisamente, después de cerrar a Pape Gueye, a quién el argentino conoce de Marsella, Bryan Gil es petición expresa suya. El barbateño vuelve a Nervión en busca de las oportunidades que no tuvo anteriormente. Lo hace cedido hasta final de temporada y sin opción de prolongar el acuerdo.
Bryan Gil es puro Sampaoli. Un extremo que vive del desborde y el desequilibrio, que encara una y otra vez y con buen pie para poner de gol al punta. Era un perfil del que carecía el plantel rojiblanco, pues ni Ocampos ni Suso son ese tipo de extremo. Lamela puede parecerse más al estilo del ex valencianista, pero tampoco es exactamente eso.
Un año después de su fructífera estancia en el Valencia de Bordalás, Bryan se ha vuelto a ver sin oportunidades en el Tottenham. Quería salir a toda costa, y ahí ha aparecido su Sevilla. Desde que Pablo Machín le hizo debutar, nunca ha contado con continuidad en Nervión, pues no agradaba a Lopetegui. En cambio, Sampaoli quiso llevarlo a Marsella cuando éste entrenaba al club francés. Ahora se encuentran en Sevilla con la clara intención de mejorar la situación del equipo.
La realidad es que Bryan nunca ha sido un jugador al que le sobren las cifras; en el Éibar hizo 4 goles y 4 asistencias y en el Valencia sólo pudo asistir en una ocasión. Sin embargo, será un recurso agitador y diferente más para el técnico de Casilda. La carrera del jugador ha sido, hasta ahora, una montaña rusa. Su buen hacer en Ipurúa llamó la atención de un Luis Enrique que le hizo debutar con la absoluta y a que el Tottenham desenvolsara casi 30 millones más Lamela por él. En cambio, la falta de oportunidades en Inglaterra han frenado una progresión que parecía retomarse en Mestalla. Por su bien personal y el del Sevilla, interesa y mucho que Bryan, a sus ya 21 años, dé un golpe sobre la mesa en el club que le vio nacer.