El Real Madrid buscará hoy asaltar el Etihad (21:00h), estadio en el que nunca ha ganado y en el que tiene asuntos pendientes
Ha llegado el momento de la verdad: tras un vibrante partido de ida (1-1), el Madrid buscará reeditar la victoria del año pasado en semifinales contra el City, aunque sin duda las situaciones vividas en la eliminatoria no son comparables. Para empezar, el conjunto blanco deberá buscar el pase lejos de sus aficionados y del calor del Bernabéu, hándicap importante ante un imponente Manchester City. Los pupilos de Guardiola llegan lanzados a por la Premier Premier y liderados por un Haaland de récord.
Varias dudas de última hora en el Madrid
Sin duda la presencia de Camavinga en el XI era algo asegurado antes de que Iglesias, jugador del Getafe, le propinase una entrada en la rodilla que obligó a retirar al francés del verde. Tras las primeras pruebas, se descartó una lesión importante y todo apunta a que el galo, que está haciendo las veces de lateral, contará para Ancelotti (pese a que aún no ha trabajado con el grupo).
La presencia del ‘12’ madridista se antojaba clave, puesto que el sistema denominado de “campo magnético”, permitió al Madrid generar una superioridad interior con Camavinga actuando de falso lateral y de falso ‘5’. Una posición novedosa que anuló a De Bruyne y permitió al Madrid oxigenar el juego interior, ciertamente comprometido por los duelos directos con Gundogan y Rodri.
Pese a la lejanía, la afición del Madrid estará presente en la incuestionable llama que habita dentro de una plantilla acostumbrada a estos grandes envites. Será una contienda complicada, pero es precisamente en las adversidad donde más y mejor se crece el Real Madrid, actual líder y Rey indiscutible de los torneos europeos.
Desde Courtois y su infalibilidad bajo palos hasta la ‘samba’ de Vinicius, pasando por la batuta incuestionable de Kroos-Modric, habrá que apelar al ADN que antaño hizo grande al Real Madrid. La vuelta de la semifinal, con billete de vuelta, pueden abrir paso al Madrid al perpetuar una ya gloriosa eternidad.