Mientras el Tottenham naufraga sin rumbo fijo por la clasificación de la Premier League, Harry Kane se mantiene fiel a su cita con el gol liderando la lista de máximos anotadores -humanos- del campeonato
Encontarle la parte atractiva al Tottenham es más complicado que pasarse el Elden Ring en dificultad extrema. Lo es todavía más reunir las razones suficientes como para hacer cargo de tus emociones a semejante ruina de club. Aún así, hace no tanto creí dar con ellas. O mejor dicho con él, con Harry Kane. Me enseñó que el amor a primera vista existe. Que los ´match´en Tinder están sobrevalorados. Era la excusa perfecta para decir que no podías quedar para hacer ese trabajo de historia: «lo siento, juega Harry Kane».
Harry es de los que juegan y hace jugar. Si pudiera, sería el encargado de lanzar los córnes y de rematarlos. Tiene torso de goleador, cuando corre parece un T-Rex, le sale un poco de chepa al trotar y se aproxima al área dando saltitos. No juega con las medias bajadas como Grealish, pero sus piernas son de jugón, al igual que su cerebro. Kane es el resultado de juntar a Erling Haaland y Roberto Firmino: heredó lo mejor de ambos. Hay tres tipos de delanteros según su hábitat natural: los que viven lejos del área, los que esperan centros en el punto de penalti o los que, por si acaso, hacen todo. Como ese compañero que hacía más ejercicios de los que mandaba la profe. No hace falta decir a que grupo pertenece el inglés.
Como dijo Sergio Jodar: en el área es un tiburón vegetariano. En la carrera de ser delantero centro te enseñan a marcar goles, cuerpear con los defensas y tirar desmarques. Pero Harry, cual alumno aplicado en busca de la matrícula, marcó la diferencia tanto en el qúe como, sobre todo, en el cómo. No solo aprendió a marcar cantidades ingentes de goles, sino que los envuelve con papel de regalo y sin ticket de devolución. Como ese jersey que te regala tu tía y tienes que fingir que te encanta. Antes de marcar es como Raymond Reddington en The Blacklist, mantiene conversaciones absurdas con los defensas de turno para luego ponerse el traje de criminal. Cuando crees que lo tienes controlado, él ya ha puesto en marcha su plan. Limpia la zona del crimen y escribe cartas a los familiares de la víctima, porque es un asesino, pero de los que usan papel y boli y se visten con traje y corbata.
Kane y Tottenham, una relación deteriorada
No obstante, el destino fue a juntar a un jugador que está marcando una época, con una institución deportiva que lo único que marca son los puestos que desciende de la clasificación cada jornada. En los últimos seis partidos -donde el declive de los Spurs era ya irrefrrenable- ha contribuido de forma directa en 6 goles, anotando cinco tantos y dejando una asistencia. Mientras, el equipo dirigido por Ryan Mason solo ha sumado 4/18 puntos posibles. Harry Kane es la única razón por la que el Tottenham peleó durante gran parte de la temporada por puestos europeos y no por la permanencia. Esa es la realidad.
Aún siendo uno de los mejores delanteros de la historia de la Premier League, no va a ser considerado como tal debido a su nulo repertorio de trofeos. Como decía Giacomo Leopardi en sus Cantos: el ser humano está condenado a la infelicidad en un mundo indiferente al dolor. Kane parece estar condenado a seguir en el Tottenham el resto de su carrera. Resulta paradójico que esto sea negativo, puesto que todo canterano daría su vida por jugar en el club en el que se formó. Es más, el propio jugador ha hablado en varias ocasiones con la directiva acerca del futuro del proyecto para seguir en el equipo de sus amores. No obstante, dudo que Harry sea tan romántico como para firmar un contrato vitalicio con los Spurs perdiendo así la oportunidad de ganar títulos que hagan justicia a su talento.
El verano pasado fracasó en su intento de ocupar el lugar que ahora pertenece a Haaland. Levy le dijo que confiara, que este año todo iría a mejor. Como cuando el más impuntual de tus amigos te promete que esta vez no llegará tarde. Harry, se mordió la lengua y confió. El resultado: lo de siempre, como siempre. Ahora es su turno, es él quien tiene que poner las cartas sobre la mesa y barajar la mejor opción: Manchester United, Chelsea, Bayern o Tottenham. Candidatos no le faltan. Aunque este domingo son las elecciones y si hablamos de candidatos, yo voto a Harry Kane.