Los gerundenses siguen punteros con un gol de Portu en la primera mitad; los gallegos se acercan peligrosamente al descenso
No lo despierten. El Girona está viviendo un sueño, una de esas temporadas que quizás no se repitan en mucho, mucho tiempo. Y entonces, no hay rival que se le pueda poner enfrente. Los catalanes dominaron el partido y ganaron 0-1, un resultado que se quedó corto sobre todo por lo hecho en el primer tiempo. De esta forma, le siguen el ritmo al Real Madrid, otro que tampoco abandona la lucha y que, también, se había sacado un triunfo difícil, con remontada. El Celta hizo lo que pudo pero no logró empatar y ve el descenso peligrosamente cerca. Al menos, por el esfuerzo, el equipo cambió pitos por aplausos en Balaídos.
De entrada se sabía que el partido iba a ser difícil, si no por la calidad de los equipos, por el campo de juego, que ya en la semana había sufrido los embates dialécticos de un descontento Iago Aspas. Los dos equipos, conscientes de lo que se jugaba uno y otro, pusieron lo mejor que tenían. Rafa Benítez volvió a la defensa de tres y varió la posición de Iago Aspas, poniéndolo esta vez como centro de la delantera (por Copa había sido parte del doble cinco). Y retornó Mingueza en el lateral derecho, jugando de centrocampista. Por el lado del Girona, volvió a ser titular Dovbyk, y Arnau Martínez sustituyó a Antal, al que se notó ante Mallorca que le faltaba rodaje.
Primera parte
Los primeros minutos fueron de dominio absoluto del Girona. Tanto es así que en diez minutos ya tenía tres córners a favor. El Celta no vio caer su valla gracias a Vicente Guaita, que le sacó un remate desde fuera a Yangel Herrera (9’) y dos cabezazos a Dovbyk (11’), que fue un auténtico dolor de cabeza para Starfelt y Núñez. El Celta se veía superado en número y en físico, y sólo podía salir de contra. Aun así, se las arregló para crear una situación clara. Sobre el minuto 18, Manuel Sánchez condujo una contra por la izquierda, cedió al medio y apareció Óscar Mingueza para rematar, desde unos veinte metros: atajó Gazzaniga muy bien abajo, sobre su izquierda.
En la jugada siguiente, el Girona obtuvo el premio. Miguel Gutiérrez se proyectó por su banda y tocó atrás para Portu, que definió abriendo el pie derecho. No pudo hacer nada Guaita. El 0-1 le quedaba bien al partido por lo hecho hasta el momento. Un 0-2 tampoco habría sido del todo inmerecido. Salvo aquella de Mingueza, el Celta no había hecho nada en ataque y el Girona se floreaba.
Tras el tanto, el Celta pareció reaccionar. Ajustó la presión en el mediocampo, Renato Tapia se afianzó y Strand Larsen y Douvikas empezaron a percutir por sus bandas. El problema del Celta era que, al llegar a tres cuartos, las jugadas se diluían. Faltaba precisión en el toque. Entonces, los defensas del Girona no tenían problemas en abortar los intentos. Ahí fue cuando apareció la calidad en la salida de Daley Blind, todo un experto en estas lides, para evitar el pelotazo.
El Celta tuvo un cabezazo de Larsen en el travesaño y un tiro cercano de Mingueza. Y casi le cae un regalo del cielo al minuto 38. Un pase exigido de Yan Couto a Arnau Martínez posibilitó que Douvikas presionara el defensa y le robara la pelota. Pero, inexplicablemente, el griego se apuró para rematar y Gazzaniga no tuvo problemas en contener. Luego, poco más. El 0-1, ahora, sí que parecía justo, aunque, quizás, un 1-2 hubiera reflejado mejor las situaciones de gol.
Segunda parte
En el segundo tiempo, el Celta salió más decidido. Lo tuvo Lucas de la Torre desde el frontal (min. 46), contuvo bien Gazzaniga. Dos minutos más tarde, Iago Aspas buscó a Strand Larsen, pero éste fue trabado. Había acertado Benítez en retrasar a los dos extremos para que entren más en contacto con la pelota y acortar al equipo. Girona contestó: en el 49 montaron una jugada asociada por la izquierda entre Savinho y Aleix García, pero Portu no sintonizó con sus compañeros y se perdió el pase profundo.
El Celta tuvo la pelota más que en la primera mitad, donde la posesión había sido 70/30 para el Girona. Pero estaba desconectado. Sólo avanzaba con pelotazos, y Larsen y Douvikas fueron presas fáciles para Miguel Gutiérrez y Arnau, que acumulaba méritos para redimirse de su error. Parecía que el Celta estaba más preocupado en impedir jugar a Tsygankov y Savinho, y ciertamente lo logró. Ni brasileño ni ucraniano tuvieron éxito en superar a sus marcadores. A cambio, el Celta resignó presencia en el mediocampo, sector donde el Girona prevaleció. De hecho, en el segundo tiempo se vio lo mejor de Aleix García, y tanto fue así que Míchel decidió el ingreso de Iván Martín para darle aún más salida al equipo.
El Girona, de todos modos, siempre dio la sensación de estar más cerca de marcar. Al minuto 64 Savinho, en una de las pocas veces que lo logró, regateó a Núñez, entró al área y centró para Dovbyk. Ni él, ni Gutiérrez tras el rebote, pudieron marcar. A los 82 casi aumenta Iván Martín, que estuvo muy cerca de interceptar un pase atrás a Guaita: el portero reaccionó rápido y llegó primero. Tuvo otras el Girona. El Celta no mejoró ni con las entradas de Dotor y Miguel Rodríguez: fue más de lo mismo, porque le faltaba un enlace en el mediocampo.
Sobre el final los dos tuvieron sendas chances. En el 89 Valery lo tuvo, pero optó por no rematar y pasarla: Yangel no pudo rematar y la perdió. En el 93, Carlos Domínguez casi lo empata de cabeza. Hubiera sido demasiado premio para el Celta. El Girona ganó, sigue siendo líder (al menos hasta que el Real Madrid juegue su partido postergado) y pudo lavarse la cara luego de la eliminación copera. El Celta puede terminar el domingo en zona de descenso, si Cádiz y Sevilla ganan sus partidos.
Resumen del partido
Celta de Vigo: Vicente Guaita; Unai Núñez, Carl Starfelt (78’ Carlos Dotor), Carlos Domínguez; Óscar Mingueza, Renato Tapia (77’ Miguel Rodríguez), Luca de la Torre (65’ Jailson), Manuel Sánchez (65’ Mihailo Ristic); Anastasios Douvikas, Iago Aspas, Jorgen Strand Larsen.
Girona FC: Paulo Gazzaniga; Yan Couto, Arnau Martínez, Daley Blind, Miguel Gutiérrez; Yangel Herrera, Aleix García; Viktor Tsygankov (82’ Valery Fernández), Portu (68’ Iván Martín), Savinho; Artem Dovbyk.
Goles: 19’ Portu (G).
Árbitro: Mario Melero López (andaluz). Estadio: Balaídos (Celta).
