Un gol del vizcaíno en el descuento acerca a la SD Amorebieta a la lucha por la permanencia en Segunda División
La SD Amorebieta tiró de épica para ganar al Real Zaragoza en La Romareda. Una falta en el 97’ ejecutada por Jon Morcillo desequilibró la balanza en un partido muy denso y con pocas ocasiones, dando vida a los suyos para poder seguir peleando por continuar la temporada que viene en la división de plata.
El Real Zaragoza, en cambio, se llevó otro golpe de realidad, demostrando que, si las cosas no cambian a mejor pronto, en vez de soñar con los seis primeros puestos tendrán que trabajar para no quedar entre los cuatro últimos.
Previa
Los locales tenían que ganar si querían dejar claro que aún luchan por el Play-Off. El Amorebieta, en cambio, tenía que salir a sacar algo más que un punto, porque no podía dejar pasar más oportunidades si quería acercarse a la zona de salvación.
Todo estaba listo para empezar. Un domingo, a las 18:30 mucho viento y con las gradas no tan llenas como de costumbre, probablemente por el puente que tiene la ciudad de Zaragoza el día 5 de marzo. Los concursantes zaragozanos de OT, Juanjo y Naiara, hicieron el saque de honor en el estadio de su equipo. Quizás esa fue la única alegría que se iba a llevar la afición blanquilla hoy.
Partido
Y es que los primeros 45 minutos fueron de esos que dejas de ver si no eres un aficionado de ninguno de los equipos protagonistas, de esos que hacen que de repente te apetezca hacer las tareas que habías pospuesto para ver el fútbol. Tres disparos que crearon algo de peligro fueron los que generaron los dos conjuntos. Morcillo hizo dos para el Amorebieta (los dos desde fuera del área y a las manos de Badía) y en el Zaragoza, Mollejo fue el protagonista con un tiro muy mordido tras una buena jugada combinativa en el 21’. Al indicar el árbitro el tiempo de descanso, si alguien de la grada se había quedado dormido, lo único que le podía despertar eran los pitos de la afición a los suyos por su nefasta primera mitad.
En la segunda parte, el Zaragoza intentó llevar la batuta del ataque. Planteó para los múltiples centros que no encontraban a nadie en la primera mitad dar paso a Iván Azón y más tarde a Sergi Enrich, y poner a los dos jugadores más rápidos (Valera y Zedadka) en la banda derecha.
Aún así, pocas ocasiones pueden destacarse, algún tímido disparo del lateral argelino. De hecho, la más clara antes del descuento la tuvo el Amorebieta, con un intento de centro de Morcillo que se envenenó hasta tal punto que tocó el palo de la portería local.
Y cuando la hinchada zaragocista esperaba al pitido final para poder mostrar su descontento a sus jugadores mediante silbidos y abucheos, un gol en la última jugada del partido fue la gota que colmó el vaso. Gran falta que transformó Morcillo con un disparo que saltó la barrera y dejó a Édgar Badía haciendo la estatua.
Post-partido
Se desató la locura entre jugadores y cuerpo técnico del conjunto vasco, sabedores de que con ese gol se quedan a siete puntos de la salvación y pueden seguir creyendo. El equipo aragonés no se lo podía creer.
El Zaragoza se encuentra ahora mismo en una delicada situación: Un club que había ganado sus cinco primeros partidos y creía que ésta iba a ser la temporada en la que lograsen la gloria después de más de 10 años en espera, está, con 29 jornadas disputadas, a ocho puntos de la sexta posición y a siete del Villarreal B, que marca la zona de descenso.
Julio Velázquez venía cuestionado tras sus derrotas en Éibar y en casa ante el Cartagena, y el empate en Villarreal. Éste partido puede haber sido su sentencia.